El peso cayó 34% en el año, pero se devaluó menos que el real

El peso se devaluó 34% contra el dólar en 2015, lo que no le alcanzó para "ganar" la versión regional de la denominada "guerra de monedas" que se desató en el mundo al iniciar Estados Unidos el camino hacia una normalización de su política monetaria, lo que supone una tendencia a la apreciación mundial en su moneda tras largos años de haber alentado su depreciación.

El ajuste en el tipo de cambio local quedó aún así algo rezagado respecto de la depreciación del 48,5% con que cerró el real en Brasil, dato sensible para la economía local ya que se trata del mayor y más estratégico socio comercial argentino y define un tercio de la competitividad cambiaria local, según el índice de tipo de cambio real multilateral que elabora el Banco Central (BCRA).

Caminos paralelos

Ambas economías sufrieron en el año que termina el mayor ajuste en sus tipos de cambio de los últimos 13 años. El real no caía tanto frente al dólar (que cerró ayer en San Pablo a $ 3,955) desde 2002, aunque esta vez lo hace presionado por la crisis política y económica que está marcando el segundo mandato de la presidenta Dilma Rousseff.

El peso, por su parte, no registraba un ajuste tan alto desde 2002, cuando el país abandonó el régimen de Convertibilidad de la moneda con el dólar y ésta se terminó depreciando 70,60% frente a esa divisa en todo el año.

Sin embargo, los caminos de la devaluación en ambos países fueron muy distintos.

En Brasil, el ajuste comenzó en la primera parte del año y se precipitó en marzo, cuando en el mundo se lanzó a una guerra de monedas al tratar de anticipar los mercados financieros el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, que llegaría sobre el final del año.

La abrupta salida de capitales que sufrió la economía vecina en un contexto de reflujo hacia la primera economía del mundo (el saldo neto de las entradas y salidas de capital arrojaba hasta septiembre un déficit de US$ 541.000 millones para el conjunto de los emergentes, según calculos del Instituto de Finanzas Internacionales. cifra sin precedentes desde 1988), fue la causante principal del ajuste cambiario.

En la Argentina, por el contrario, la devaluación se concretó en la segunda mitad de diciembre, cuando el Gobierno de Mauricio Macri decidió avanzar en el desarme del cepo cambiario que había servido para mantener artificialmente revaluada la moneda local hasta entonces, aunque a costa de sacrificar el grueso de la tenencia de divisas con que hasta allí contaba el BCRA.

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