Pese a las convulsiones globales, 2019 tuvo su dosis de buenas noticias

"Le tocaron, como a todos los hombres, malos tiempos en que vivir", escribió Borges. Y este 2019 estuvo lleno de malas noticias en el área internacional... como todos los años. Pero también las hubo buenas. Desde la caída de dictadores hasta la conciencia climática y los derechos humanos, pasando por la carrera espacial y visitas sin precedente.Ya en los primeros meses el mundo fue testigo de la caída de dos dictadores. A principios de abril se hundió en Argelia el régimen de Abdelaziz Bouteflika, después de 20 años.Y enseguida se deshizo el más extenso régimen de Omar al Bashir, en Sudán, que rigió durante 30 años y que hizo de su gobierno un baluarte del integrismo religioso.Con la caía de Bashir -que en los 90 llegó a proteger a Osama ben Laden, que ya pergeñaba los ataques terroristas de 2001- se desmanteló el tinglado de leyes que sometían a las mujeres a niveles de extrema sumisión, en un notable avance de los derechos humanos.Según las normas vigentes, tenían prohibido usar pantalones, bailar en la calle o caminar con hombres ajenos a la familia, a riesgo de sufrir multas, arresto y flagelación.En materia de género y derechos humanos hubo también avances en Arabia Saudita. En ese reino conservador, el movimiento feminista se anotó una victoria: desde ahora las mujeres pueden salir del país sin autorización de sus "guardianes", sea su padre, hermano u otro pariente que, según la tradición, debe controlar sus vidas.Las mujeres sauditas tenían permitido ir a los partidos de fútbol y otros deportes desde 2018, cuando obtuvieron además la posibilidad de sacar el registro de manejo y andar solas en auto, sin necesidad, nuevamente, de la presencia de sus todopoderosos tutores.Pero ¿qué dirían esos jeques sobre una adolescente de 16 años que desde el otro lado del mundo, de la región más progresista del planeta, donde la nieve reemplaza al desierto, movilizó a millones de jóvenes de todos los rincones en la lucha contra el cambio climático...El movimiento juvenil inspirado o reforzado por la noruega Greta Thunberg fue una de las noticias centrales del año, sino la número uno. Y eso para desgracia de Donald Trump y otros tenaces negacionistas del calentamiento global, reacios a la evidencia científica y a las olas de calor que hacen transpirar con solo pisar la vereda.Greta cuestionó a los líderes del mundo en la sede de las Naciones Unidas, durante la Asamblea General, y se ganó la atención de Trump, que la quiso silenciar. Convertido en el...