Pese al ánimo conciliador de la UIA, Brasil se quejó por las barreras

Paulo Skaf, líder fabril de San Pablo, no estaba ayer en Los Cardales, donde http://www.lanacion.com.ar/1530522-agregar-valor-la-prioridad-de-la-uia . "No me llegó nunca la invitación", contestó ofendido ante una llamada de último momento. Tal vez se atreva a ir hoy. Pero de la apertura participó Robson Braga de Andrade, su adversario en la interna empresarial brasileña y N°1 de la Confederación Nacional de la Industria de ese país. Beatriz Paglieri, secretaria argentina de Comercio Exterior, tampoco estuvo. Ella y su jefe, Guillermo Moreno, organizarán pasado mañana, con Skaf y ejecutivos de ambos lados, una suerte de contracumbre en Tecnópolis.Los dos principales socios del Mercosur buscan atenuar sus asimetrías bilaterales sin haber resuelto todavía sus respectivas disputas internas. Fue uno de los rasgos más evidentes http://www.lanacion.com.ar/1530706-scioli-el-desarrollo-sustentable-se-va-a-dar-por-la-inversion-privada que organiza la Unión Industrial Argentina (UIA) y que cerrará hoy, con la participación de las presidentas http://www.lanacion.com.ar/1530950-kirchner-y-roussef-dos-estilos-muy-distintos-de-gobernar. Dos presencias de incalculable valor simbólico, pero insuficientes para callar el disgusto de los empresarios brasileños hacia las trabas argentinas a las importaciones."Nunca hablé con Moreno, no puedo opinar de él", se excusó ante LA NACION Carlos Abijaodi, director de la Confederación Nacional de la Industria de Brasil. No evitó, de todos modos, un cuestionamiento a las restricciones aplicadas por el secretario de Comercio Interior. "Si usted está acostumbrado a determinada relación con un país y de repente alguien le cambia las condiciones, se complica -dijo-.Desde el momento en que la Argentina le deja de comprar productos a Brasil, tiene que comprar en otro lado. Si lo consigue más barato, ok, lo acepto, pero ¿es ésa la razón?" Una periodista le objetó que tal vez la intención de la Casa Rosada era resguardar el mercado interno. "Está bien -insistió-. Pero no es así como se protege una industria local: usted no la hace competitiva y aquí la palabra clave es la competitividad".Es también el tema del lado argentino, pero planteado según la óptica o el protagonista en la cadena de valor. Las automotrices, por ejemplo, se quejaban ayer de que, como consecuencia de la inflación, las autopartes pierden competitividad y no pueden seguirles el ritmo. Entre 2002 y 2012, dicen, la producción local de vehículos subió 480%, y la de piezas...

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