'A pesar de todo, seguimos adelante, con garra y empuje'

Patricio Toranzo y Diego Mendoza, dos de los más afectados por el accidente en Venezuela, llegaron apoyados en muletas. Estar cerca de sus compañeros y recibir el apoyo de los hinchas forma parte de la "terapia" de rehabilitación, la manera más rápida para ir dejando atrás un mal recuerdo y encarar el futuro con ilusión.

La derrota en la semana ante Nacional de Medellín por la Copa Libertadores, en lo que fue el primer partido después de lo que pudo ser una tragedia en una autopista en Caracas, evidenció que Huracán es todavía un grupo humano convaleciente, al que le cuesta en cuerpo y mente retomar un registro futbolístico. Y ayer le llegaba nada menos que el clásico, con todo lo que demanda. Un nuevo traspié hubiera sido hasta entendible, y el empate, en las circunstancias que lo consiguió, refrescó la fibra competitiva que tantas veces demostró Huracán en los últimos meses.

En situación normal, empatarle a San Lorenzo en el último de los tres minutos adicionados, con un jugador menos por la expulsión de un zaguero central, ya hubiera sido lo suficientemente emotivo. Si eso se lo pasa por el tamiz de la traumática experiencia en Venezuela, todo adquiere una visión distinta, como la que reconoció Ramón Ábila cuando todavía estaba en el campo, un par de minutos después de marcar el empate: "Antes no me divertía en la cancha, pero ahora lo hago porque aprendí a disfrutar de otras cosas más importantes que tres puntos o la plata que se pueda ganar. Disfruto de la familia, de los amigos". La emoción que lo embargaba le impedía recordar cómo había sido su gol.

Autor de tantos goles importantes en las últimas campañas del Globo, Ábila se siente orgulloso del equipo que integra: "Tenemos mucha personalidad. Lo de hoy fue empuje, ganas, huevos. A pesar de todo lo que nos pasa, seguimos adelante".

El director técnico Eduardo Domínguez calificó como "anímico" al empate. Y agregó: "Ellos creían que tenían el triunfo consumado, pero estos muchachos tienen un plus que me hace saltar...