La perspectiva de género en el sector empresarial. Problemas, tendencias y buenas prácticas

AutorDariel Mena Méndez, Luis Fernando Espín Sandoval, Alexander Darío Lascano Cevallos
Páginas91-108
[ 91 ]
Mena Méndez, D., Espín Sandoval, L. F. y Lascano Ceballos, A. D.
“La perspectiva de género en el sector empresarial” | pp. 91-108
Dariel Mena Méndez | ORCID: orcid.org/0000-0003-0640-0446
darielito.mena@gmail.com
Universidad de Cienfuegos
Cuba
Luis Fernando Espín Sandoval | ORCID: orcid.org/0000-0003-2285-6865
lf.espin@uta.edu.ec
Universidad Técnica de Ambato
Ecuador
Alexander Darío Lascano Ceballos | ORCID: orcid.org/0000-0002-9024-7853
alexdlascanoc@gmail.com
Universidad Técnica de Cotopaxi
Ecuador
Recibido: 09/07/2018
Aceptado: 19/02/2019
La perspectiva de género en el sector empresarial
Problemas, tendencias y buenas prácticas
The gender perspective in the business sector
Problems, trends and good practices
Resumen
La perspeciva de género se ha incorporado en
numerosas agendas de discusión a nivel inter-
nacional y regional, siendo los ámbitos intrafa-
miliares y escolares los que mayor atención han
recibido en invesigaciones, estrategias y proyec-
tos. No ha sido el contexto de las organizaciones
(empresas y corporaciones) sobre los cuales se
ha indagado lo suficiente al respecto: las escasas
publicaciones en revistas y en plataformas espe-
cializadas así lo demuestran. Sustentado en la re-
visión bibliográfica documental, el siguiente tra-
bajo iene el propósito de relexionar acerca de
la perspeciva de género en el sector empresarial.
Se mencionan ejemplos de violencia laboral y
se señalan algunos rasgos, elementos y cifras
apoyados en fuentes de referencia. Asimismo,
se sistemaizan varias experiencias y ejemplos
de buenas prácicas encaminadas a erradicar
las brechas en materia de género y combair
cualquier ipo de discriminación y actos violentos
en estos espacios.
Palabras clave: Género, Violencia laboral,
Sector empresarial, Brechas, Buenas prácicas.
Abstract
The gender issue has been incorporated into
numerous discussion agendas at an inter-
naional and regional level, with the intrafamilial
and school spheres receiving the most attenion
in research, strategies and projects. It has not
been the context of organizaions (companies
and corporaions) about which enough has
been invesigated in this regard; the scarce pu-
blicaions in magazines and specialized plat-
forms demonstrate this. Sustained in the docu-
mentary literature review, the following work
has the purpose of relecing on the gender
pers pecive in the business sector. Examples of
workplace violence are menioned and some
features, elements and figures supported by refe-
rence sources are indicated. Likewise, several
experiences and examples of good pracices are
systemaized aimed at eradicaing gender gaps
and combaing any type of discriminaion and
violent acts in these spaces.
Keywords: Gender, Labor violence, Business
sector, Gaps, Good pracices.
[ 92 ] RevIISE | Vol 13, Año 13 | abril 2019 - septiembre 2019 | Artículos Libres
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
Introducción
Las caracterísicas que nos disinguen como
hom bres o mujeres y la comprensión de aspec-
tos sociales de la división sexuada, como puede
ser la determinación de roles según el sexo, son
las expresiones más evidentes que se manifiestan
en las fuentes consultadas sobre la categoría géne-
ro. Sin embargo, hablar de género es mucho más
complejo de lo que parece, sobre todo porque dis-
tribuir roles iende por lo general a ser discrimina-
torio o excluyente, lo que se nota en expresiones
como “las mujeres son las que lavan los platos”,
“las mujeres son chismosas”, “ienes que caminar
como un hombre”, “habla como los hombres”, “eso
es cosa de hombres”, “las mujeres a la cocina”, “el
hombre de la casa”, etc.
El termino género entraña una fusión entre los
componentes bio-psico-sociales, mientras que el
concepto de sexo alude al componente biológico
que nos diferencia desde que nos formamos en el
vientre materno.
El concepto de género nos lleva a una cons-
trucción social y cultural que hace referen-
cia al conjunto de prácicas, símbolos, re-
pre sentaciones, normas valores, y derechos
que las sociedades elaboran a parir de las
diferencies sexuales. Se trata de una dimen-
sión históricamente construida, que asigna
roles, espacios, caracterísicas e idenidades
diferentes1 a hombres y mujeres en función
de su sexo biológico, de acuerdo al modelo
de relaciones dominante. (Rubio Serrano,
2007, p. 3)
Un criterio similar lo ofrece la psicóloga cu-
bana Mareelén Díaz Tenorio (2009, p. 1), al aseve-
rar que el género es
una construcción sociocultural, subjeiva,
que coniene las caracterísicas, roles, aci-
tudes, comportamientos, creencias, signifi-
cados, idenidades, funciones y relaciones,
atribuidas al ser hombre y mujer de acuerdo
al sexo, por y en una sociedad histórica
concreta. Estas atribuciones suelen ser
1 Debe señalarse que el término diferente, cuando estamos
en focados en la perspeciva de género, iende en alguna
medi da a ser excluyente y a distanciar a las personas. Lo co-
rrecto aquí y lo más ainado sería el uso del término diverso,
y sobre todo apropiarse de la máxima: unidad en la diversidad
diferentes para cada caso, pero también
desiguales.
Durante los úlimos años, el posicionamiento
de este concepto en el campo de las ciencias so-
ciales y humanas, y su interpretación en cada uno
de los espacios insitucionales, educacionales, fa-
miliares y en ámbitos de socialización, ha favore-
cido potenciar las luchas que durante siglos se
han promovido para erradicar las disintas for-
mas de violencia de género, y entre ellas, la que
acontece de disintas formas en el ámbito laboral.
Un concepto muy abordado para explicar las
prácicas arcaicas de discriminación y violencia
es el de patriarcado. Consituye
una estructura social jerárquica, basada en
un conjunto de ideas, prejuicios, símbolos,
costumbres e incluso leyes, por las que el
género masculino ocupa posiciones de
poder y el femenino de subordinación. Esta
estructura genera desigualdad en el acceso
al poder, no sólo en relación con las mujeres,
sino también con otros hombres, y limita la
construcción de sociedades democráicas y
sostenibles. (Díaz Tenorio, 2009, p. 4)
Expone la socióloga, acivista y consultora de
género Ángeles Briñón, (citada por García, 2016),
que las empresas son un relejo de la sociedad pa-
triarcal y muchas veces se evidencia en ellas el de-
sesimación a las mujeres, en la discriminación que
sufren, tanto en salario como en acceso o la promo-
ción. Este desprecio hacia las mujeres es una con ducta
machista que iene consecuencias graves en la vida.
De todos modos, queda claro que la violencia
de género no solo se percibe en las limitaciones
im puestas por los sistemas de dirección hacia
el sec tor femenino para ocupar plazas o cargos
especí ficos. El problema es mucho más complejo
y heterogéneo, toda vez que iene disímiles
formas de expresión en las relaciones coidianas
de trabajo.
La consulta realizada en diferentes platafor-
mas de invesigación social demuestra que se
trata de un tema insuficientemente abordado,
careciendo de planteamientos, tanto desde las
perspecivas teórica y críica, como de estudios
de sistemaización donde se aborden las expe-
riencias posiivas y ejemplos de buenas prác icas
de equidad de género en estos espacios.

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