Peronistas en ebullición, tras el alegato de Cristina

Un amplio sector del "frente peronista que busca su destino" le agradeció a una expresión de su discurso del miércoles pasado en el Senado. No fue "la historia me absolverá" de Fidel Castro, en el juicio por la fallida toma del cuartel Moncada, en 1953, sino el "no me arrepiento de nada" expuesto en su defensa por la expresidenta frente a las acusaciones de . La frase podría pasar a la historia por el efecto inverso al que tuvo la del revolucionario cubano, que terminó llevándolo al poder absoluto.No solo aquella oración revivió ilusiones de varios peronistas antikirchneristas, sino toda su agria alocución autodefensiva, que se sumó a las expresiones vengativas o directamente amenazantes de otros senadores cristinistas. Ninguno de ellos respondió a las preguntas ni rebatió las pruebas que surgen de . Mucho menos buscaron acercar posiciones con viejos o nuevos adversarios ni con los sectores de la sociedad que reclaman transparencia. La victimización y el revanchismo no suelen sumar socios."El discurso de Cristina fue como el puente de Génova", ironizó un dirigente justicialista, en alusión a la estructura que colapsó en Italia hace dos semanas. "Dejó a varios compañeros atrapados en el medio y a otros los hizo interrumpir abruptamente su tránsito hacia el Instituto Patria", completó, en obvia referencia a los deslizamientos hacia las orillas cristinistas que venían produciéndose antes e incluso una vez destapado el escándalo de los cuadernos de la corrupción.El caso finalmente parece empezar a tener efectos prácticos hacia dentro del peronismo. Por ahora, porque todo es provisional en el país y, sobre todo, en esta causa que amenaza involucrar a muchos más de los que ya están complicados.Los proyectos para avanzar hacia un proceso de unidad peronista o una elección interna amplia, que incluya al kirchnerismo, al Peronismo Federal e, incluso, al massismo, volaron por el aire el miércoles. También prescribieron las elucubraciones sobre un paso al costado de Cristina para facilitar el armado de un frente unido contra Cambiemos. La expresidenta dijo que la quieren proscribir para una postulación que no precisó, pero que ya parece obvia. Su archirrival Miguel Ángel Pichetto terminó por explicitarlo: "No se preocupe, que podrá ser candidata [a presidenta] en 2019".Al lado de Pichetto se solazaba Rodolfo Urtubey, cuya cara por un momento se transmutó en la de su hermano Juan Manuel, el gobernador salteño y protocandidato presidencial. Pocos...

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