Peronistas de todos los colores

Como las bebidas cola, que tienen su versión light, y como los supermercados que presentan segundas marcas que aspiran a parecerse a los productos de primera línea, el peronismo también dispone de distintas versiones al gusto de consumidores heterogéneos.El justicialismo ofrece sus coreografías insólitas con participantes que dudan hasta el último minuto al borde del trampolín si lanzarse o no a la pileta, o que amagan hacerlo de cabeza y apenas les sale un indecoroso panzazo, casi como si compitiesen en Celebrity Splash, el reality show acuático de Telefé.Cínico y versátil, el movimiento más popular de la Argentina es una aspiradora de espacio en los medios, gracias a la danza continua de jugadores ubicuos y lábiles con tipologías diversas (audaces, timoratos, incondicionales y hasta los que impostan ser opositores) que se repelen en serio, dramatizan diferencias que no son tales y que se insultan o se abrazan según la ocasión."Los peronistas somos como los gatos. Cuando nos oyen gritar creen que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo", solía repetir Perón.En el planeta justicialista, ninguna pelea ni alianza es para siempre. Mientras tanto sacan músculo dividiéndose y volviéndose a juntar en el momento menos pensado. Brindan un espectáculo colosal que opaca sin remedio los movimientos mucho más modestos y grises de las demás expresiones políticas.Hoy hay kirchneristas ortodoxos (los candidatos bendecidos por la Presidenta), kirchneristas light (como denominó Francisco de Narváez a la lista de Sergio Massa) y no kirchneristas (la propuesta del propio De Narváez, que se nutre con peronistas disidentes). Hasta unas horas antes del cierre de listas, el sábado de la semana pasada, varios jugadores, que terminaron integrando un frente determinado, podrían haberse incorporado al de la vereda de enfrente. Todo es laxo, ambiguo e inestable, cero principio y la nada misma en lo programático.El peronismo siempre fue voluble pero al menos en lapsos más prolongados. Ahora, como en un abanico desplegado, ofrece varias alternativas a la vez. Está en todos lados al mismo tiempo.Históricamente, el PJ fluctuó en forma pendular en un arco ideológicamente amplísimo que rota del neoliberalismo/desarrollismo (Perón, dando a la California generosas prerrogativas para explotar el petróleo en la Patagonia, la década menemista y los aportes que hicieron a ella, tanto como al kirchnerismo, dirigentes provenientes de la UCeDé) al populismo cerrado (el...

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