El peronismo le prende una vela al papa Francisco

El jueves, Julio Bárbaro estaba en un velorio y no respondió la llamada. Luego, al revisar los mensajes de su celular, se encontró sorpresivamente con la voz de Jorge Bergoglio. Quería felicitarlo por un artículo que escribió para este diario, quizá no tanto por el contenido sino más bien por la pasión y elocuencia con la que Julio siempre piensa la política. Dos días antes, Francisco había bautizado en Roma a un hijo de Emilio Pérsico, y un dirigente kirchnerista me cuenta que nomás se conocieron los resultados de las elecciones primarias, el Papa llamó para preguntar cómo le había ido en las urnas al Momo Venegas y, sobre todo, a su amiga Alicia Oliveira, candidata a senadora y veterana luchadora por los derechos humanos.El peronismo y sus adyacencias están plagados de estas mágicas anécdotas. Bergoglio los recibe, los sigue, los observa, los lee y los llama. El extraño fenómeno hizo escribir irónicamente a Jorge Asís, ya convertido en jefe literario del movimiento justicialista, que ahora Puerta de Hierro funciona en el Vaticano. La verdad es que el Papa ha tejido una buena relación con Cristina Kirchner, y que a la vez ha mantenido abierto su afecto e interés por sus rivales más enconados. Pero eso no quiere necesariamente decir que Francisco opere dentro del vasto y fragmentado espacio político que fundó Perón. Ni mucho menos que lo lidere. Es más bien razonable pensar que mientras arremete contra los problemas de la humanidad, el Santo Padre vigile de reojo el patio de su casa para no encontrar desagradables sorpresas en la retaguardia. Y que en verdad sean los mismísimos peronistas de distintos pelajes y escuderías quienes con más vehemencia lo busquen, y no viceversa. En todo caso, ese frenesí papal tampoco le disgusta al "compañero Jorge", como le dicen en algunas unidades básicas.Los encuentros cara a cara con la Presidenta en Italia y en Brasil, después de tantos años de guerra fría, fueron asombrosamente satisfactorios para ambos. Hoy existe un vínculo real y cariñoso entre Cristina y Bergoglio. Y eso hace respirar con cierto alivio a algunos colaboradores de la jefa del Estado: "Es la primera vez, desde la muerte de Néstor, que hay un hombre sobre la Tierra a quien Cristina puede escuchar. Y eso en una emergencia vale oro". ¿Qué se entiende por "emergencia"? El gran miedo que hoy existe en el kirchnerismo racional, en el peronismo aliado y en el disidente se relaciona con la posibilidad de que la Presidenta, presa de su intransigencia y...

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