El peronismo y sus gobiernos inconclusos

El ingeniero santafesino Agustín Rossi es un hábil político cuyo desempeño como líder parlamentario dejó buenos recuerdos, seguramente conoce mucho sobre temas militares (fue dos veces ministro de Defensa) y nadie discute que le sobran cualidades para el diálogo. Pero de historia argentina no parece saber demasiado.

Rossi afirmó anteayer: "Ningún gobierno peronista se va antes (de) que termine su gestión" . Es como si hubiera dicho que nunca existió un papa que no fuera italiano o que en Santa Fe jamás tuvieron inundaciones.

Con Alberto Fernández el peronismo va por diez presidentes, de los cuales tres se fueron antes de terminar. Es decir, el treinta por ciento. Desde luego, la cuenta no incluye a Perón, cuyo mandato resultó dos veces trunco, la primera porque lo derrocaron las Fuerzas Armadas y la segunda porque falleció antes de concluirlo. Tampoco a Isabel Perón, igualmente depuesta por los militares.

Rossi hablaba de irse antes, alusión a la imposibilidad de un presidente de seguir gobernando debido a que el sector político que lo llevó al poder le retira el apoyo o su debilitamiento irremontable tiene ese factor originario. De eso venía la cosa al ser entrevistado por Radio con vos a propósito del acto albertista que él organizó en Rosario el fin de semana. Del acecho kirchnerista que sufre Alberto Fernández. Aunque Rossi no lo llamó así. Tanto admitió la situación binaria del peronismo que hasta se pronunció por la estrategia de no debatir con el sector crítico. Si por él fuera, dejó entrever, a los compañeros oponentes, el kirchnerismo, preferiría responderles con un acto masivo de respaldo a Fernández, no con discusiones. Mencionó el 1º de mayo.

Duhalde, tras ser designado por la Asamblea Legislativa el 1° de enero de 2002

Los tres presidentes a los que el peronismo puso y sacó fueron Héctor Cámpora, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde. En ningún caso intervinieron en la caída los militares ni los opositores. A Cámpora lo removió Perón, su mentor, a los 49 días de gobierno, mediante un golpe de estado palaciego que implementó José López Rega, quien para sucesor seleccionó a su propio yerno, Raúl Lastiri. A Rodríguez Saá el peronismo le retiró el apoyo a los seis días de haberlo puesto a través de la asamblea legislativa (le había dado un mandato de 90 días), porque entendió que se quería quedar en el poder para siempre en lugar de llamar enseguida a elecciones como le exigía el contrato.

Duhalde no cayó, pero se tuvo que ir...

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