El peronismo, antes y después del kirchnerismo

Una vieja pregunta regresa adaptada a estos tiempos. Una parte del peronismo comenzó a preguntarse si tendrá futuro luego del kirchnerismo .

Ahora que Cristina Kirchner y su gente dominan el mando con su influencia y sus decisiones, la pregunta sobre el impacto que provocará la radicalización hacia una autocracia populista comienza a instalarse entre peronistas integrados a la alianza oficialista y dirigentes de sectores que se sienten cada vez a mayor distancia del experimento de la vicepresidenta.

La reinvención del peronismo ha sido una constante desde los días del primer mandato presidencial del propio Juan Perón .

Muerta Eva Perón , aun en la sordina impuesta por la censura, hubo quienes se inquietaron por saber cómo se manejaría el general sin la dirigente más pasional del movimiento.

Con el jefe en el exilio, se buscaron respuestas respecto de la sobrevivencia de su liderazgo. El peronismo sin Perón que muchos soñaron conducir fue dinamitado sin miramientos. Augusto Vandor , el jefe de la Unión Obrera Metalúrgica, fue asesinado luego de exponerse como referencia del panperonismo.

Con el líder de regreso, los interrogantes sobre la sucesión abrieron ríos de sangre. Durante su tercer mandato, el propio Perón enfrentó a los Montoneros que esperaban la muerte del "Viejo" (como lo llamaban) para copar el poder. Fueron los mismos sueños que por unos meses llegó a consumar José López Rega, al ejercer su esotérica influencia para colocar a Isabel Perón en el primer lugar de la línea sucesoria.

Con Perón muerto dos años antes de la dictadura, el peronismo reapareció y fue derrotado por primera vez en las elecciones libres que restablecieron la democracia. Promesas de democratización internas incluidas, el movimiento tardó todavía varios años hasta encontrar en 1988 a Carlos Menem como un líder reconocido por (casi) todos los sectores internos.

Ocurriría entonces la recordada mutación de Menem de caudillo provincial a referente regional del neoconservadurismo, en esos tiempos dominados por el liderazgo global de Ronald Reagan y Margaret Thatcher .

Otra vez, muchos se preguntaron cómo el peronismo sobreviviría al menemismo. Fue Eduardo Duhalde quien, en el intento de suceder a Menem, anunció que era necesario salir del plan de convertibilidad, la llave maestra de la década del noventa.

"La deriva final fue el último mandato de Cristina, en el que una fracción del peronismo se fugó del oficialismo por la vía de la provincialización de sus...

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