La peor guerra de Cristina contra la Justicia

Podrá decirse que el proyecto es tan visible como tosco, pero no podrá negársele capacidad de iniciativa a Cristina Kirchner. Con una ley que pasó casi inadvertida en el Congreso, está haciendo la reforma judicial que no pudo hacer hace dos años. Brigadas de jueces kirchneristas están asumiendo en lugares clave de la Justicia, la situación ha puesto en estado de sublevación a los jueces titulares del país y la Corte Suprema es impotente para frenar en el acto ese cambio fundamental. Digan lo que digan, esta situación es peor que la de la reforma judicial que la Corte Suprema bloqueó en 2013. En lo que ya parece un milagro, semejante conquista del cristinismo se produce a menos de cinco meses de que el actual gobierno se vaya.

Sin embargo, los milagros no existen para interpretar los desmanes de la política. Existen, sí, varias razones para explicar lo inexplicable. En primer lugar, el actual gobierno es el más habilidoso de la democracia argentina para manipular el clima político. Ha establecido la certeza de que la próxima administración será una continuidad política e institucional de la que se va. Tal posibilidad le otorga un poder que no se mide en meses, sino en años. Pero no hay pruebas para aquella aseveración. Dos encuestas recientes señalan, por el contrario, que existe un virtual empate técnico entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, y que es probable que llegarán en esas condiciones a la primera vuelta de octubre. Funcionarios del propio Scioli aceptan esa perspectiva: "Estaremos cabeza a cabeza en octubre".

Esta vez, además, el cristinismo ha logrado quebrar la antigua unanimidad de la Justicia en defensa de su propia independencia. "Hemos sido infiltrados", reconoció un importante juez. Resulta que gran parte de los progresos actuales del cristinismo en los tribunales se logró gracias a la complicidad o a la deserción de algunos jueces. No es La Cámpora la dueña de esos éxitos, sino Justicia Legítima, la organización de jueces y fiscales que simpatizan con el cristinismo. Esa agrupación reconoce como su santa patrona a Alejandra Gils Carbó, pero tiene otros referentes importantes que son jueces. "Justicia Legítima rompió nuestra unidad y fue más eficiente que cualquier funcionario político", se escuchó en importantes despachos de la propia Corte Suprema. Entre esos jueces y fiscales cristinistas, hay más ideología (o fanatismo en algunos casos) que otras razones.

Un caso especial es el de la presidenta del Consejo de la...

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