El peligroso presente griego de Cristina

Vio el poderoso augur a la paloma, el halcón y la grieta. Perseguida intensamente por el ave de presa, en un vuelo veloz y luchando por su vida, la paloma se precipitó en una brecha abierta en la roca. El asesino merodeó la abertura sin conseguir capturar a su víctima, y entonces probó su montaraz astucia: simuló retirarse y permaneció escondido y al acecho. La paloma al principio fue cauta, pero al final concluyó que el cazador se había marchado; se confió y asomó la cabeza. El halcón salió entonces de las sombras y cayó sobre ella en un ataque fulminante y sangriento. El vidente Calcas o Calcante le narró esta fúnebre visión a Odiseo para explicarle que no debían seguir asaltando las invulnerables murallas de Troya: tenían que actuar como el halcón; utilizar una argucia para que los troyanos creyeran que se habían retirado y bajaran la guardia. Odiseo ideó el caballo de madera, y les dio la impresión a los sitiados de que sus enemigos finalmente habían desistido y que les dejaban un regalo en son paz o como aceptación de la derrota. Las "palomas" de Troya cayeron en la trampa, se entregaron a los festejos y libaciones, y cuando menos lo esperaban, los "halcones" que permanecían ocultos dentro del caballo emergieron con sus espadas y aceleraron desde adentro la caída de la ciudad indestructible. Entre las múltiples versiones míticas que dan los poetas épicos de la antigüedad, acaso la más interesante y literaria sea la que se inicia con la epifanía del adivino. La mediocre rebaja, con su analogía inevitable, este bello relato. Pero lo cierto es que crece la certeza de que la Pasionaria del Calafate nos ha dejado un presente griego: Alberto Fernández.Se trata de un brillante argumentista en una época yerma de ideas y argumentos, y de la encarnación misma de un nuevo oxímoron: el kirchnerismo pacifista. Son imaginables los argumentos que se desplegarán para pausterizar el "proyecto": la verdadera bomba es la que nos deja ahora Mauricio Macri y puede llegar a explotarnos a nosotros mismos si ganamos las elecciones; al haberse consagrado a una táctica liberal que consistió en abrirse y endeudarse "irresponsablemente", nuestras reservas ya no son nuestras, sino de Trump: habrá que congraciarse con Washington sin perder nuestra dignidad, habrá que renegociar desde la seriedad de los cumplidores, habrá que demostrarle que no somos Maduro y habrá que olvidarse de nuestros viejos aliados: el eje regional ya no existe; Fidel, Chávez, Correa y Lula...

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