¡Peligro! Un presidente con jet lag

Alberto Ángel Fernández, habla en una conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán Olaf Scholz luego de su reunión en la Oficina del Canciller en Berlín, 11 de mayo de 2022

Si ser presidente es difícil, ser presidente con jet lag es una catástrofe. Las primeras horas son fatales en un destino con diferencia horaria. Basta con observar a Alberto . El hombre se armó un itinerario en la creencia de que la iba a pasar bomba lejos de los problemas del país y lo único que hizo fue embrollarse con declaraciones contradictorias. Ni qué hablar de las expectativas que tenía para que lo recibiesen como el rock star de América Latina (deben haber recordado que le ofreció a Putin ser la puerta de entrada a la región). A cambio, se tuvo que conformar con que fueran a recibirlo a los aeropuertos segundas y tercera líneas de los gobiernos.

" Definitivamente, voy a presentarme a la reelección ", les dijo a periodistas españoles y alemanes que le insistieron con la pregunta, alertados de que el compañero Alberto tiene el sí fácil y, así como te dice una cosa, te ratifica la otra.

"No estoy discutiendo con Cristina. Y la verdad es que no estoy pensando en mi reelección ", aclaró poco después, no sin antes opinar que los periodistas europeos son una porquería porque no solo preguntan, sino que repreguntan, que la televisión española tiene la fea costumbre de mandar al aire videos donde se lo ve contestando claramente lo que después niega, y que no hay mejor cosa para resolver los problemas de su país que tomarse el olivo.

Menos mal que Cristina , que se quedó a cargo de la presidencia ante la ausencia de Alberto, estaba entretenida peleando con Martín Guzmán en Buenos Aires y aprontando el Senado para que Amado Boudou fuera recibido con ovaciones en la conmemoración de los diez años de la ley de identidad de género que, si no, otro hubiera sido el cantar.

"Voy a poner a la Argentina de pie", dijo Alberto a miles de kilómetros mientras acá se le incendia el rancho

Después de todo, ella ya había tildado de "desempoderado" a Alberto, de apartidario -que es lo mismo que decir que si no fuera por ella jamás habría llegado a presidente- y de falto de autoridad con los funcionarios que no funcionan. Debe ser por eso que, cuando los chicos de La Cámpora le mandaban whatsapps incendiarios sobre el padre de Francisquito por lo que estaba diciendo en Europa, ella solo les clavaba el visto.

Volviendo a la gira de nuestro presidente, hay que insistir con lo mal...

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