Cuando están en peligro las libertades

Hay una oficina que formalmente depende de la Corte Suprema de Justicia que se está convirtiendo en un servicio de inteligencia paralelo . Tiene un nombre estrafalario (Dajudeco) y es la dependencia encargada de escuchar las conversaciones telefónicas de las personas, siempre que tales interferencias hayan sido ordenadas por jueces. El gobierno de Macri transfirió esa oficina (que antes dependía de Alejandra Gils Carbó ) a la Corte Suprema para garantizar su independencia y transparencia. Depende solo orgánicamente del máximo tribunal, porque en los hechos hace lo que quiere o lo que les sirve a sus jefes políticos. Jamás consulta nada con los jueces supremos, y nunca les remite copias de lo que hace. Acaba de avanzar gravemente sobre las libertades públicas garantizadas por la Constitución y de cuestionar principios tan sagrados como el de la división de poderes y la inmunidad parlamentaria.

El fiscal Franco Picard i es un funcionario judicial que llegó más allá de la simple pertenencia a la organización judicial prokirchnerista Justicia Legítima ; es también muy amigo de La Cámpora . Recibe órdenes directas del viceministro de Justicia, Juan Martín Mena , que es el que conduce, junto con Carlos Zannini , una especie de Ministerio de la Venganza en las sombras . Picardi le requirió a esa oficina de escuchas telefónicas que hiciera una evaluación de las declaraciones públicas de funcionarios macristas durante toda la gestión de Macri, incluido el expresidente. También incorporó en la lista a personas que no fueron funcionarios de Macri, ni militan con el expresidente, como el extitular del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Lipera . En la lista de investigados están también Elisa Carrió y Mario Negri , que eran diputados nacionales en esos años. La oficina de escuchas entregó un informe de 360 páginas con los resultados de ese ciberpatrullaje, que se agregó a la causa sobre la supuesta existencia de una "mesa judicial" para perseguir al kirchnerismo durante la administración de Macri. El informe incluye hasta la cantidad de likes o "me gusta" en los tuits en los que se criticaba a la exjefa de los fiscales Alejandra Gils Carbó y a los jueces Ana María Figueroa, Eduardo Freiler y Eduardo Farah , entre otros cercanos al kirchnerismo. Un vaho a la desaparecida Alemania oriental impregna todo ese informe. Los jueces y fiscales kirchneristas no tienen remedio.

Si se ignoran la libertad de expresión, la inmunidad...

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