Pelean los mejores

El torneo Inicial pone en evidencia que los principales candidatos que luchan por quedárselo son justamente los que mejor hacen las cosas. Si de algo pueden estar tranquilos Vélez y Lanús es de que para ellos estar peleando por el cetro del fútbol doméstico no es producto de la casualidad, sino la consecuencia de un trabajo que comenzó hace un tiempo largo. Y desde el escenario que se dibuja en la definición, con el Fortín a un paso de la consagración, también se puede advertir que estar en esta instancia es también el resultado de un trabajo pensado para llegar hasta el lugar en donde está hoy el conjunto de Liniers: en el umbral del noveno título doméstico. Tan contundente es los de estos dos equipos que los cinco y seis puntos que separan de la cima a Boca y Newell?s, y Racing, respectivamente, parecen algo imposible de achicar.Y la escenografía muestra como nunca antes que, aun con diferentes estilos, los dos equipos que concentran la atención en el tramo final del certamen son los que más claro tienen qué pretenden para sus instituciones. Algunas cuestiones los igualan, otras los muestran diferentes y en ese juego de ponerlos frente a frente también se puede comprender por qué Vélez está en la antesala de ratificar que de la mano de Ricardo Gareca es el mejor equipo de los últimos años.La organización como banderaTanto Vélez como Lanús apostaron desde hace más de una década a ordenar sus clubes. Con esa política se convirtieron en los clubes con mejores resultados a nivel institucional. No sólo la apuesta estuvo concentrada en la formación, sino también en mantener equilibradas las finanzas para solventar los proyectos. Y la economía de ambos sirve como un buen ejemplo de cómo administran sus clubes, porque mientras en su último balance Lanús tuvo un superávit de $ 22.082.901,15, y Vélez logró la reducción de su pasivo en $ 5.000.000.La intención de sostener una línea en la conducción es lo que le permite a Vélez seguir por un camino concreto. Comenzó todo con Raúl Gámez como presidente, siguió con Fernando Raffaini y hoy tiene a Miguel Calello. Y Lanús tiene una estructura similar, que arrancó con Carlos González, continuó con Alejandro Marón y siguió adelante con Nicolás Russo.Con identidad propiaLos proyectos que eligieron los dos clubes los exhiben como fuertes apostadores a las divisiones inferiores. Si bien en sus equipos no se advierte mayoría de juveniles, en las estructuras de sus planteles aparecen futbolistas con experiencia formados en las...