Una pelea entre un productor y Monsanto podría trabar la comercialización de la soja

El conflicto abierto entre parte de la dirigencia del campo y la multinacional Monsanto por el cobro de su tecnología Intacta en soja, resistente a insectos, ya tiene un primer caso testigo que podría derivar en una batalla judicial y complicar la comercialización del grano justo cuando está por generalizarse la cosecha en la pampa húmeda.

Hace unas semanas, Marcos Rodrigué, presidente de uno de los grupos de siembra más importantes del país con 45.000 hectáreas, ex presidente de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) y actual intendente con tercer mandato en la localidad de Inriville, en Córdoba, comenzó a cosechar soja en Bandera, en Santiago del Estero, y la despachó vía el corredor Zeni. La soja terminó en la cerealera Oleaginosa Moreno, que al recibirla le realizó un test para comprobar si tenía la tecnología Intacta. El resultado dio positivo y la cerealera le informó a Monsanto, que en el acto comenzó a enviarle a Rodrigué facturas con US$ 15 por cada tonelada entregada.

El año pasado, para la soja del norte de país, Monsanto instrumentó un control en puertos y acopios para asegurarse el cobro de un canon. Si el productor no había pagado de manera anticipada, por ejemplo, en la compra de la semilla, la empresa se aseguraba el cobro en los puertos y allí pretendía US$ 15 por tonelada. Este valor casi duplicaba el precio que se pagaba en forma anticipada.

Según Rodrigué, en su caso pagó por la tecnología en la compra de la bolsa de semilla en las campañas 2013/2014 y 2014/2015. En cambio, en esta campaña compró la semilla, pero no abonó el canon de la tecnología. El pago -dijo- lo iba arreglar después con la empresa en reuniones, pero no ocurrió.

Ahora, Rodrigué amenaza con presentar un recurso de amparo si la empresa le hace la retención en el puerto. "Fui a Monsanto y les avisé que si me retienen les voy hacer un recurso de amparo", contó a LA NACION. Rodrigué aclaró que está "de acuerdo en pagar la tecnología", pero se mostró "en desacuerdo con hacerlo arbitrariamente y compulsivamente". También objetó que haya que firmar un acuerdo (una cláusula en los contratos de granos habilitando un test), porque "si no lo hacés, no podés vender la soja".

En Monsanto señalaron que Rodrigué se comunicó para arreglar un precio por debajo de lo que ya pagaron los...

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