Entre la pelea electoral y la erradicación de la 'caja policial'

En medio de la nueva polémica sobre las funciones que deberían tener la Policía Federal y la Policía Metropolitana aparece el rastro de una modificación más profunda para la seguridad porteña: los cambios que se producirán en la contratación de servicios adicionales.Los 183 objetivos por resguardar elegidos a criterio del gobierno porteño, entre hospitales y custodias personales de funcionarios, resultan sólo una muestra del sistema de vigilancia ciudadana basado en la saturación de las horas extras de los agentes. La reforma empezó con la suspensión de servicios contratados por la ciudad. En el Ministerio de Seguridad se afirma que, de manera gradual, comenzará a eliminarse la posibilidad que cualquiera tiene de pagar por su propio policía federal."Vamos a sacar policías hasta de abajo de las baldosas", figuran los funcionarios vinculados con Nilda Garré. La ministra dio la directiva de "ganar la calle", de mostrar mayor actividad policial en la ciudad. Cerca de 30.000 efectivos de la Policía Federal hacen horas adicionales para aumentar su paga. Garré pretende que no quede resentido el bolsillo -ni el ánimo- de los policías que necesitan de esos ingresos extras. Por eso, la reforma no será completa hasta que el ministerio obtenga la asignación económica suficiente para solventar por su propia cuenta las horas por compensar. Pero se avanza hacia la eliminación de ese sistema que permite, en la práctica, usufructuar una especie de policía privada.Un cambio de sistemaEl concepto que maneja Garré es que organismos públicos o entidades comerciales privadas no deben conseguir mejor seguridad por el hecho de tener dinero para pagar por vigilancia individualizada. Su idea es que el Estado debe garantizar la protección de todos en igual medida. Por eso, tomó con su equipo la "decisión estratégica" de ir hacia un cambio de sistema: pasar de servicios adicionales fijos en los lugares que pagaron por protección a...