Una pelea desigual contra la inundación

En San Justo habían pasado varias horas desde que el temporal descargó toda su furia sobre esa zona de La Matanza y todos los integrantes de la familia De Marco seguían tratando de sacar agua de su vivienda. Todavía tenían 20 centímetros de un líquido oloroso y marrón dentro de las habitaciones. Todavía había bidones que flotaban, entre el comedor y la cocina.La casa de Ombú al 2800 quedó a oscuras cuando el sol se asomaba. Apenas el agua comenzó a filtrarse en la vivienda, se cortó la luz."Es la tercera vez que nos pasa en el año. Sólo tuvimos 40 minutos para salvar las cosas", contó Rosa, mientras observaba a su hijo, que le señalaba que el piso de parquet de una de las habitaciones estaba flojo. "Todavía no sé si la heladera funciona", agregó la mujer.A la vuelta de la casa de la familia De Marco, sobre la avenida Illia, el odontólogo Jorge González sacaba a baldazos los 60 centímetros de agua que inundaron su consultorio. Con los pies mojados, el hombre contó: "Lo peor es que perdí el sillón dental. La parte eléctrica está abajo del equipo y quedó bajo el agua".La comerciante Noemí Cieri estaba indignada. "¡Hicimos miles de denuncias a la Municipalidad de La Matanza y no pasó nada!", protestaba.En octubre de 2012, una inundación parecida le quemó el freezer de su quiosco y perdió más de 4000 pesos en helados; en febrero de 2013 tuvo más de 20 centímetros de agua dentro del local. Sus hijas le habían dicho que se mudara, pero ella no quiere. Hace años que vive allí.Para Carmen Bolaño, vecina de Ramos Mejía, el trabajo de sacar el agua de su casa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR