Payasos, brujas y democracia

WASHINGTON.- ¿Ha oído usted hablar de Francisco Everardo Oliveira Silva? Es un fenómeno político. Christine O´Connel también. Oliveira Silva fue el candidato más votado en las elecciones parlamentarias de Brasil. O´Connel, hasta hace poco una completa desconocida, es la candidata a senadora del Partido Republicano por Delaware, tras haber derrotado en las primarias al candidato del establishment. Ambos son notables exponentes de una tendencia mundial: el ascenso al poder de políticos advenedizos como gesto de rechazo a los políticos "de siempre".Hasta hace poco, Oliveira Silva era sólo conocido como el payaso Tiririca. Y O´Connel era una desempleada que practicaba la brujería y declaraba su radical oposición tanto a la masturbación como a la teoría de la evolución. Tiririca fue claro en su promesa electoral: "Yo no sé qué hace un diputado, pero si me eliges, te lo cuento. Quiero ayudar a la gente, pero sobre todo a mi familia". Más de 1,3 millones de brasileños votaron por él (es posible que no pueda ser diputado, ya que el Tribunal Electoral lo acusa de haber adulterado el documento que prueba que sabe leer y escribir).Algunos desdeñan la elección de Tiririca como una expresión de la inmadurez de la democracia brasileña. Cometen un error. Entre los muchos progresos de los que se puede ufanar Brasil, está su desarrollo democrático. Las dictaduras militares son un lejano recuerdo. Claro que, como todas, la democracia brasileña es defectuosa. Pero la elección de Tiririca es algo más que un reflejo de las peculiaridades del electorado brasileño. Es la expresión local de una tendencia global: el rechazo a los políticos profesionales y a quienes hayan estado cerca del poder.O´Connel es un ejemplo estadounidense de esta tendencia. Otra es Kristin Davis, candidata a la gobernación del estado de Nueva York y cuya fama se debe a que proveía de prostitutas al ex gobernador Elliot Spitzer, un asiduo cliente. Su principal mensaje: "Meter a los políticos en la cárcel". En Canadá, Rob Ford acaba de ser elegido alcalde de Toronto. Su pasado llevó a la oposición a atacarlo con carteles que decían: "Vota por un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR