La patria sindical prepara su regreso

Alberto Fernández edifica su poder en base al respaldo de los gobernadores peronistas y del sindicalismo clásico. Tal vez se trate de una arquitectura que sirva en el futuro a La Cámpora y a exfuncionarios kirchneristas que el candidato del Frente de Todos prefiere por ahora evitar.Con 14 gobernadores selló en tinta un "compromiso federal" que consiste, en caso de ser presidente, en institucionalizar una mesa de trabajo de reunión periódica entre el gabinete nacional y funcionarios provinciales. El holgado triunfo en las PASO consolidó el surgimiento de esta alianza y motivó un ensayo similar con un grupo de intendentes del conurbano bonaerense que en 2017 tomó distancia del ensayo kirchnerista denominado Unidad Ciudadana.Con los gremios, el pacto no fue escrito, pero sí explícito. Se trata de una de paz social hasta que su eventual gestión comience a dar los primeros pasos y las urgencias económicas permitan un respiro. Saben que la espiral inflacionaria siempre estimula el conflicto. En ese contexto de volatilidad, empresarios y sindicalistas ya dan como un hecho un acuerdo de precios y salarios por 180 días. Guillermo Nielsen, uno de los asesores económicos de Fernández, advirtió ante inversores locales que será solo "un atajo".El apretón de manos con los sindicatos avanza por dos carriles. Uno, más corporativo, se dio inicialmente con la cúpula de la CGT, que explora una unidad gremial amplia e inédita para 2020. Fernández encontró en Héctor Daer a su interlocutor ideal. Se conocen desde hace años, se tienen confianza y para el candidato, el gremialista es uno de los dirigentes más cerebrales del movimiento obrero. Daer es, además, la antítesis a Hugo Moyano, la otra viga gremial que sostiene el pacto con los representantes de los trabajadores.Fernández escenificó hace ocho días su acuerdo con Hugo y Pablo Moyano en un encuentro reservado en la casa del jefe camionero, en Barracas. Fue antes de irse a España. La imagen posada de los tres con una camiseta de Independiente alimentó versiones sobre política y fútbol, otro rubro en el que florecen intereses. Moyano no suele usar su casa como búnker político, pero en su entorno creen que la excepción valió la pena: "Tuvimos en casa al próximo presidente".Los Moyano, que a fin del mes en curso irán por su octava reelección al frente del sindicato de los camioneros, expusieron sobre el impacto de la crisis económica en su sector. Caminaron con pies de plomo al calificar la gestión de Guillermo...

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