Las patadas no se tomaron vacaciones en el fútbol argentino

Las patadas y las infracciones violentas no se toman vacaciones en el fútbol argentino. Es cierto que al ser casi todos partidos clásicos, ya de por sí tienen poco de amistosos, pero lo que se ve en esta época de pretemporada es un nivel de agresión similar al que se registró durante todo 2013 en los torneos Inicial y Final. En ese sentido, nada nuevo bajo el sol. Lo que ocurrió la noche del domingo, en Estudiantes 1 vs. Gimnasia 1, cuando a ocho minutos del final Carlos Maglio llamó a los capitanes y resolvió continuar el partido "sin la tarjeta amarilla", fue todo un símbolo. El árbitro, cansado de las fricciones y las cuatro amarillas que había sacado por lado, convocó a los capitanes Leandro Desábato y Lucas Licht y les comunicó la medida (ver aparte).Esto es apenas la punta del iceberg . Porque lo que generó la decisión de Maglio fue el guadañazo que le tiró Joaquín Correa a Licht. Pero en el verano fue común ver acciones al límite del reglamento, infracciones que pueden lesionar seriamente a un colega, de esas que están al filo entre la buena y la mala intención. Anteanoche quien vio la tarjeta roja fue Israel Damonte, tras una entrada sobre Franco Mussis. Puede discutirse si era para roja directa o no, pero esa falta no llevó riesgo de lesión. Pero hubo otras que sí.La pretemporada comenzó movida, con el clásico de Avellaneda trasladado a Mar del Plata, el 13 de enero. En lo previo hubo declaraciones cruzadas. Y durante el partido fue Claudio Morel Rodríguez quien se extralimitó con una dura entrada sobre Diego Villar cerca del área de Independiente. Fue roja directa. Pablo Lunati no dudó. Iban apenas cinco minutos. A Villar le diagnosticaron un traumatismo de rodilla derecha con esguince y se perdió la pretemporada, aunque estaría en el debut ante Colón, por el torneo Final. El ex Godoy Cruz no le atendió el teléfono a Morel y luego siguieron los cruces de declaraciones entre unos y otros. Y el Tribunal de Disciplina sancionó al defensor con cinco fechas, de las cuales dos deberá cumplir en la B Nacional. "No soy un jugador mala leche . Nunca fui de pegar una patada o una piña así de la nada. Lo llamé varias veces a Villar para pedirle disculpas y entiendo si no me quiere atender", reconoció luego el zaguero.En Córdoba ya fue raro que expulsaran a Carlos Bianchi, que hasta ahora nunca había visto como DT de Boca una roja por protestar. Pero no fue el único inconveniente que debió sortear Diego Abal. Si bien terminó con los 22 jugadores, hubo...

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