Parodi: joyas poéticas convertidas en canción

Con ese repertorio, lo primero que hace la cantante es derribar un prejuicio: si a nadie se le ocurrió musicalizarlo antes es porque debería ser considerado como lo menos logrado de estos famosos artistas. Y la verdad es que no. No se trata de textos que hubieran podido ser descartados o de piezas menores. Todo lo contrario. Hay en esas obras desde belleza poética hasta clases de escritura; desde pasiones confesas hasta finas descripciones de personajes (no falta un Borges gauchesco).

Seguramente hubo -mucho antes de que aparecieran las músicas- una secreta fascinación de Teresa por estos poemas. Esa belleza que en poesía no tiene la exclusividad en lo bello, sino que se adueña de lo trágico, de lo épico, de lo melancólico y lo triste; en la historia de ese gaucho-soldado, gris y anónimo, de batallas ganadas y perdidas (que Borges dibujó y, sin proponérselo, emparentó con la "Milonga del muerto"), con el triunfo del lirio en los versos de Tejada Gómez, con un héroe al que Cortázar nunca tiñó de bronce, con la patria sometida de Elvio Romero, con los viajes amorosos de María Elena Walsh.

Teresa les puso música a cada uno de estos poemas. Luego agregó dos que ella misma escribió, uno con sus propias melodías (el que le da título al disco), otro con música de Juan Falú y que podría formar parte de una serie de...