La paridad y las lesiones devaluaron la tasa de triunfos entre los jockeys

Sobre el final del año hay números que cobran mayor trascendencia en el turf. Los resultados conseguidos en las pistas se reflejan en las estadísticas, que pasan de ser miradas de reojo con el correr de los meses a tener puesta la lupa cuando llega el momento de la definición. Sin carreras el próximo jueves, entre hoy y pasado mañana se harán las últimas tres fechas y quedarán consagrados los más ganadores en cada rubro. En ese contexto, el trabajo de los jockeys es el que cobra una visibilidad superior.

Altair Domingos, que se fue de vacaciones a Brasil apenas recibió el Olimpia de plata el martes pasado, llegó a los 298 triunfos, y el uruguayo Pablo Falero, su escolta, lleva 283. Este año, el más ganador entre los jinetes no superará las 300 victorias anuales, algo que no sucede en el país desde 1998, cuando el peruano Jacinto Herrera sumó 237.

Para evitarlo, Falero debería lograr un número de conquistas histórico hoy, en Palermo, y pasado mañana, en San Isidro, ya que no compite en La Plata, donde se corre mañana y no ha tenido participación durante el año, en las más de 1600 carreras que ha montado. De 34 pruebas debería imponerse en más de la mitad, lo que sería una hazaña sin precedente.

Desde siempre y siguiendo con la tradición, Pablo ha expresado que el campeón es aquel que más festeja en los dos hipódromos principales. Allí está al frente: 282 a 278, pues uno de sus éxitos ha sido en Santa Fe y 20 de los de Domingos, en La Plata.

Para Altair, es la mejor cosecha desde que cambió San Pablo por Buenos Aires en...