La paradoja del modelo: subió el costo laboral, pero cayó el poder de compra

La UIA tiró la primera piedra. Fue hace algunas semanas, cuando la entidad fabril empezó a delinear los trazos de un trabajo sobre salarios y competitividad que Diego Coatz, su economista jefe, presentó ayer por la tarde, durante la reunión de junta directiva. Coatz es un técnico heterodoxo que suele coincidir más con que con Broda, y por eso su informe, elaborado , la consultora Elipsys y las direcciones estadísticas de cuatro provincias, sorprende todavía más: en los últimos dos años, aunque subió el costo salarial en dólares para el sector manufacturero, el poder adquisitivo de sus empleados cayó.

Es el dedo en la llaga del modelo. Porque esos resultados pueden extenderse casi de modo proporcional a los del resto de la economía formal, es decir, la que incluye en la cuenta al comercio, los servicios, la construcción y el empleo estatal. Lo indica un trabajo del Instituto para el Desarrollo Social Argentina (Idesa), elaborado con datos del Ministerio de Economía y el Indec: el salario formal real venía de recuperarse entre 2002 y 2012 más de 60%, momento a partir del cual empezó a estancarse y a caer. Si un argentino con una situación laboral de esas características llegó a ganar en promedio 12.752 pesos por mes en 2012, su poder adquisitivo bajó a 12.576 en 2013 y a 12.066 pesos el año pasado. Es decir, casi 6% desde el mejor momento, un deterioro que abarca a salarios públicos y privados por igual.

Es la razón por la que los industriales fijan en 2011 el acta de defunción del modelo: cuando la inflación y las consecuentes alzas salariales empezaron a carcomer la competitividad. La UIA no se decidió a hacer el trabajo por amor a las estadísticas, sino porque está en plena negociación paritaria. El relevamiento destaca, por consiguiente, que la industria dio los aumentos más significativos a su personal: si 2002 es base 100, el poder adquisitivo del salario fabril está hoy en 150,8 (51% más que entonces); el del sector privado en blanco general, en 113,1 (13% más), y el de los asalariados en negro, apenas en 102,9, un 3% arriba de cuando Eduardo Duhalde dejó el poder.

La erosión de la competitividad llevó ayer a varios industriales a quejarse durante la reunión. El fabricante de válvulas José Luis Basso, por ejemplo, planteó que tal vez con algunos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR