Panorámica. No son aves, son atletas que juegan a volar

Probablemente haya comenzado como un juego, uno más, entre niños del tiempo en que aún no había escritura: niños de la historia antes de la historia que, como todos los que vendrían después, sabían del placer de correr porque sí, saltar, moverse, desplegarse y ser puro cuerpo, adrenalina, emoción.

Habrá comenzado como un juego y algo de eso permanece: el atleta compite con otros pero ante todo lo hace consigo mismo.

Y en las prácticas olímpicas -lanzamiento, salto, carrera, remo, escalada y todo lo demás- están el desafío, la disciplina, el trabajo duro. Pero también el puro disfrute de pedirle un poco más, cada vez más, al cuerpo. Ese instinto de buscar hasta dónde se puede llegar.

Hoy finaliza el Campeonato Europeo de Atletismo , organizado por la Asociación Europea de Atletismo (AEA) y la Federación Alemana de Atletismo, e inaugurado el lunes pasado en Múnich.

Porque en el comienzo fue el juego y, luego, la celebración en la arena de algo así como un ABC de la paz: tres o cuatro pautas claras y orígenes, lenguas y banderas dispuestas a confraternizar.

Hay claroscuros: este año (y sin importar la distancia entre quienes ordenan invasiones y quienes apenas son dueños de sus vidas y cuerpos) los atletas de...