La pandemia sacó al Gobierno de la quietud

Todavía es muy temprano para saber cómo el coronavirus remodelará a la sociedad global. No depende solo de la biología. También actúa la economía. Y la política. Pero, en la pequeña escala argentina, ya se percibe cómo remodeló al Gobierno.Un equipo que comenzaba a preocupar por su desorden y falta de operatividad mejoró desde hace una semana su coordinación y velocidad para tomar decisiones.Es una señal importantísima en el contexto de una tormenta sanitaria que se volverá, con los días, cada vez más inquietante. El desafío, que apenas asoma, ha modificado por completo el paisaje en el que debe operar Alberto Fernández. Cuestiones principales de su agenda, como la recesión, o el canje de la deuda, que promete novedades para el fin de semana, modificaron su significado. Enfrentado a una crisis de innumerables dimensiones, la gestión del Frente de Todos está ante una agenda que jamás habría imaginado.El Presidente definió su criterio principal durante el fin de semana. Fue crucial la reunión con científicos que encabezó en Olivos la tarde del domingo. Hasta ese momento dudaba de extremar las prevenciones por temor a un congelamiento de la economía. Los expertos lo convencieron de cambiar de rumbo.Fernández salió del encuentro dispuesto a paralizar al máximo el país. Si le quedaba alguna duda, se la despejó anteayer el Zou Xiaoli, el embajador chino, quien le ofreció una explicación detallada de cómo el éxito de Xi Jinping frente a la epidemia fue congelar la actividad. Entre el martes y ayer, en China se detectaron sólo 13 casos.También desde el domingo, Fernández inició una gestión bilateral de su gabinete. Sobre todo, en el trato con Ginés González García y su equipo de especialistas; con Nicolás Trotta por la administración de las escuelas; y con Gabriel Katopodis, por la construcción de nueva infraestructura hospitalaria. Se dispuso, además, que Matías Kulfas, el ministro de Producción, trabaje con Martín Guzmán, de Economía, en medidas de emergencia para la crisis. Es el otro drama que muestra el espejo de China: en febrero, la producción industrial de ese país tuvo una caída de 13,5% interanual; las ventas al por menor descendieron 20,5%; y el gasto en infraestructura, propiedades y maquinaria se contrajo en 24,5%. Un derrumbe inédito.Hay todavía un debate no saldado dentro del Gobierno sobre los pros y contras de presentar lo que vendrá con dramatismo. Pintar un horizonte tétrico ayuda a la toma de consciencia y a la prevención, que...

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