PAMI: el doble de empleados, una caja millonaria y un servicio en crisis

Pese a contar con un presupuesto multimillonario y tener un récord en la cantidad de trabajadores, el PAMI sigue exhibiendo irregularidades crónicas en el servicio que presta. Esperas de meses para acceder a un turno, en algunos casos las cirugías pueden tardar años en realizarse y los empleados viven una especie de "estado policíaco" en el que sólo vale el deseo de una persona, el interventor del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados: Luciano Di Cesare.En sólo siete años, desde que Di Cesare asumió como director ejecutivo del PAMI en 2007, el organismo prácticamente duplicó la cantidad de empleados, entre los de planta permanente y los contratados. Pasó de tener 10.700 a poco más de 20.000.Durante las últimas dos semanas, LA NACION dialogó con 30 personas, entre empleados, ex funcionarios y sindicalistas del organismo -la mayoría pidió mantener en reserva su identidad para evitar represalias-, y la conclusión del estado del organismo, que tiene el sexto presupuesto más importante del país, es preocupante: más dinero y empleados no se traducen en mejores servicios para los 4,5 millones de afiliados del PAMI, la mayor obra social del país. Si bien habilitó a suministrar información para esta nota, Di Cesare prefirió no hablar con LA NACION."Las prestaciones no son buenas ni suficientes; bajó su calidad, al igual que el resto del sistema de salud", dijo a LA NACION la legisladora porteña por Confianza Pública Graciela Ocaña, que fue titular del organismo entre 2004 y 2007.EstructuraSe trata de una estructura elefantiásica. De 10.700 a 20.000 empleados; ése fue el crecimiento que tuvo el PAMI durante la actual gestión."La gran mayoría son cargos políticos. Di Cesare metió en el PAMI a la política", contó a LA NACION una fuente que trabajó en el organismo durante casi tres décadas."Hay cada vez más gente, pero por ejemplo no hay asistentes sociales y los médicos no alcanzan. El PAMI intervenido es un negocio fenomenal. Sin controles hacen lo que se les canta. La normalización es un paso fundamental", alertó Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad.Semino se refirió a uno de los nudos centrales de las anomalías del PAMI: la intervención. Fue por decreto de Kirchner y tenía un plazo 180 días; ya lleva casi 11 años."Di Cesare fue desplazando al personal de carrera por trabajadores sin experiencia; es su forma para controlar todo", explicó una de las personas que camina a diario por el PAMI.En su gestión, Ocaña avanzó con la...

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