Una paliza ante España, el test final antes del Mundial

La intranquilidad por encontrar respuestas desde afuera hace que la espera para el Mundial sea más dura todavía. La ansiedad con la que los jugadores encararon la última parte de la preparación confirma que la puesta a punto argentina no terminó de concretarse. Así, con una gira europea que disparó dudas en todas las direcciones, con el triunfo ante el débil seleccionado de Estonia como único elemento para apuntalarse y con una durísima paliza de España se terminó el segmento de ensayos.Fue un 86-53 que dolió por todos lados. La relatividad del mote de amistoso de este encuentro jugado en el Palacio de los Deportes de Madrid, tampoco es un motivo para ser autocompasivos. Para España no fue una práctica. Hizo lo necesario para aplastar a la Argentina y dejarle bien en claro la diferencia que entre ambos seleccionados existe. Y nuestro seleccionado lo entendió. Intentó ponerse en el ritmo de su adversario, pero siempre estuvo un paso o dos por detrás. Velocidad, calidad individual, profundidad de recursos, ataque, defensa, estado anímico. Se perdió en todo. De ayer, no hay ítems para tildar como positivo en la selección.Tal vez la certeza de que la intensidad tiene que ser otra cuando empiece el Mundial, que los rendimientos deben elevarse. Sin embargo, hay algo que ya no cambiará y es que este heterogéneo grupo que mezcla jóvenes con veteranos, con tantos jugadores que apenas se están conociendo, no va a cuajar como por arte de magia en las pocas horas que queda para el máximo compromiso. Es lo que hay. Hay que aceptarlo y asumirlo sin reclamos. Porque era lo que se esperaba. Por primera vez la Generación Dorada será minoría en una gran cita y eso está a la vista. Serán los impulsos individuales lo único que en algún momento puede aparecer para que después en algún rincón del plantel se encienda una confianza grupal que hoy parece extraviada.De todas las dificultades que sufrió la Argentina, ninguna fue tan grave como la baja del puesto de escolta. Sin Ginóbili y Delfino, Lamas ha probado todas las variantes posibles. Primero con Marcos Mata, luego con Nicolás Laprovittola y ayer, con Facundo Campazzo. Esta última parece ser la formación con la que la Argentina saldrá a la cancha el sábado próximo, en el comienzo del Mundial ante Puerto Rico.Pese a que con esa alineación perdió altura, no fue ese el problema argentino. España también jugó con una formación baja con tres perimetrales (Llull, Rubio y Navarro). El problema fue que en ese primer cuarto el...

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