En este país todo es culpa de los fotógrafos

Ahora lo tengo claro: el problema de la Argentina son los fotógrafos. Sí, reporteros gráficos, fotoperiodistas, foteros o como se hagan llamar. Esa manía de retratar hechos y personas, de atrapar la realidad y perpetuar un instante. Lo descubrí ayer cuando vi en LA NACION la foto de la reunión de gabinete. Por Dios, qué caripelas. El gesto de Macri -adusto, sombrío- y de toda la mesa mete miedo: daría la impresión de que están en problemas, que pasaron una mala semana, que se enteraron de los últimos sondeos. Es una foto que distribuyó la propia Presidencia. ¡Avivate, Marquitos Peña! Los K les dejaron un paparazzi infiltrado y ustedes duermen.

A los foteros los conozco bien porque trabajo con ellos desde hace décadas. Son tipos que aman el escrache y odian las buenas noticias. Se paran en las esquinas a esperar un choque, y si no lo consiguen vuelven a sus casas amargados. Además son muy sumisos. El jefe les dice que vayan a cubrir la llegada de Cristina, Máximo Descanso y Florencia a los tribunales, para declarar en causas por enriquecimiento, lavado de dinero, cohecho y varias cosas más, y ellos se ponen esos chalecos llenos de bolsillos, agarran su camarita y van y disparan. No se dan cuenta de que así contribuyen a difundir la idea de que los Kirchner más que una familia son una asociación ilícita.

Por supuesto, con la movilización de la CGT se hicieron un picnic. Las tomas que muestran la salida un tanto apurada del palco de los tres jefes de la CGT son una burda distorsión de la realidad. Parece que estuvieran rajando, asustados por el zurdaje que rugía. En realidad querían ir a ver Real Madrid-Napoli por la Champions. Lo mismo con la llegada de militantes de La Cámpora al escenario. Las imágenes los hacen aparecer como una banda violenta que buscaba romper el acto y sembrar el caos. Una registra el momento en que se llevan el atril como recuerdo, pero por el ángulo deja la impresión de que se lo están afanando.

¿Otro festín? La imponente marcha de las mujeres. Aburridos de ver pasar ordenadamente a tantas chicas y señoras pacíficas con sus cartelitos, sus banderas, su reivindicación en la piel, corrieron a captar el momento en que un grupo arremetió contra la Catedral al grito de "Macri, basura, vos sos la dictadura". OK, era parte de la noticia, pero deberían haber sido más comprensivos. Ayudar a que el árbol de esas inadaptadas no tapara el bosque de la multitud.

Hay veces en que la mala intención de este gremio resulta por demás...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR