Un país entre el fanatismo y la locura

Caos en la Cámara de Diputados

Insultos pornográficos, calumnias escandalosas, gestos groseros. Todo eso fue parte del espectáculo vulgar y chabacano que se vivió el jueves en la Cámara de Diputados. Cristina Kirchner está logrando la anarquía institucional poco antes de una condena probable. Ahora ya no es solo el Senado el que se alzó contra la Corte Suprema de Justicia ; también se sublevó la Cámara de Diputados. Es el Congreso , en definitiva, el que desconoce a la cabeza del Poder Judicial. La jefa del peronismo (no solo del kirchnerismo) mandó a sus fanáticos a preparar un clima de tensión social y política antes del próximo martes . Los fanáticos viven al lado de la locura. Fanatismo y locura antes de la sentencia del tribunal oral que está juzgando hechos de corrupción en Vialidad durante las gestiones de los dos presidentes Kirchner. Nadie está en condiciones ciertas de adelantar qué decidirán esos jueces, pero Cristina es la primera en creer que la condenarán a prisión por actos corruptos como funcionaria pública. ¿Por cuántos años? Nadie lo sabe. ¿Por qué delitos? ¿Asociación ilícita o administración fraudulenta del Estado? Tampoco hay respuestas. La única unanimidad en Comodoro Py es que habrá condena, sobre todo porque los que escucharon a los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola no encontraron una réplica eficaz en las defensas posteriores.

El problema de Cristina Kirchner es que la sociedad está mirando los partidos de fútbol, no su turbación ni los estragos del fanatismo y la locura

Pero ¿por qué Cristina Kirchner se desespera tanto si no irá presa de inmediato y ella lo sabe? Tendrá fueros de vicepresidenta hasta diciembre del próximo año y podrá apelar a la Cámara de Casación y a la Corte Suprema de Justicia. Solo cuando se hayan agotado esas dos instancias habrá una sentencia firme. Pasarán entre un año y medio y dos años, por lo menos. La preocupación es otra . Será una condenada a prisión por hechos de corrupción mientras no haya una instancia superior, si es que la hay, que modifique esa condena. Con esa pesada mochila política debería cargar en el próximo año electoral, en el que ella se imagina como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires y como una figura influyente (decisiva, más bien) en la elección de la fórmula presidencial del peronismo. Puede suponerse que no será candidata presidencial porque una derrota la dejaría a la intemperie frente a los jueces, a pesar de sus gestos y palabras públicas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR