Pagos móviles: inspirado en Square, cofundó Geopagos, una plataforma utilizada por unicornios y fintechs de la Argentina
Los pagos móviles lograron desarrollarse en el mercado gracias a la irrupción y auge de los teléfonos móviles durante la última década
En 2012, Julián Lisenberg estuvo de visita en la emblemática tienda de Apple en la Quinta Avenida en Nueva York. A simple vista, el local estaba al borde del colapso, lleno de turistas y compradores, y casi lo habían desanimado en su intento por comprar una computadora.
"En ese momento se acercó un vendedor, me mostró las opciones disponibles en su iPhone. Elegí la computadora y la pagué en el momento con una tarjeta de crédito que deslizó por su smartphone , sin hacer filas. En cinco minutos estaba en la calle con mi compra . Esa fue la experiencia que nos inspiró a crear un servicio de pago móvil en la Argentina ", recuerda Julián Lisenberg , chief revenue officer de Geopagos , una compañía que ofrece soluciones digitales de pagos en 16 países de la región, con más de 100 millones de transacciones anuales y un volumen procesado de 3500 millones de dólares a la fecha.
En esos años, en América latina todavía no estaban desarrollados los códigos QR y links de pagos u otros métodos sin contacto para comprar y vender en el mundo online. Sin embargo, en menos de una década lograron imponerse en el supermercado , en las tiendas barriales y hasta en centros balnearios , zonas donde antes no se aceptaban esta modalidad en la Argentina.
Julián Lisenberg, chief revenue officer de Geopagos
Inspirado en Square , el servicio de pagos móviles creado por el cofundador de Twitter , Lisenberg estuvo convencido en desarrollar una plataforma con la capacidad de replicar estas prestaciones en el mercado argentino. Junto a Sebastián Nuñez Castro , actual CEO de Geopagos y con 14 años de experiencia en American Express, Raúl Oyarzun como chief technoloy officer y Fernando Tauscher , abogado especialista en fusiones y adquisiciones, en 2012 Geopagos comenzó a dar sus primeros pasos .
"Primero pensamos en lanzar rápido un producto al mercado digital. Fuimos muy osados y no pensamos demasiado. Tampoco teníamos en claro si queríamos ofrecer nuestros servicios a empresas o al mercado de consumo", recuerda Lisenberg. En esos años, el pago con QR no estaba extendido y era una rareza propia de mercados como Estados Unidos y en el Lejano Oriente, y los tradicionales terminales con lectoras de tarjetas dominaban el mercado argentino.
"En 2015 hicimos una primera demo de Todo Pago con Prisma , con links de pagos y una modalidad de cobro...
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