Los pagos de la deuda y la energía, tras la obsesión por el dólar

Las abultadas cuentas que aún quedan por saldar este año por la deuda pública, el déficit de la balanza comercial energética, que tiende a profundizarse, y la necesidad de no agravar el deterioro patrimonial del BCRA son las razones que impulsan la obsesión oficial por obturar los grifos por los que el país sigue perdiendo dólares, coincidieron tres analistas consultados por LA NACION, ante la aparición de nuevas medidas, casi a diario, de parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) o del propio Banco Central, para evitar filtraciones al cepo cambiario.Los economistas, aunque críticos de la estrategia represiva a la que acudió el Gobierno para tratar de reequilibrar las cuentas externas, tienden a justificar la obsesión oficial cuando repasan las facturas por pagar y las consecuencias que el cepo tuvo sobre los canales no automáticos de ingreso de divisas al país."Hay que tener en cuenta que, en materia de afluencia comercial de divisas, lo mejor del año ya pasó y las facturas por pagarse aún son altas: unos 4200 millones de dólares por obligaciones de deuda, sumando lo del cupón y otros pagos menores, y una cifra similar o mayor por importaciones energéticas, con reservas que ya están planchadas, con todo lo que eso implica en materia de expectativas", explicó Orlando Ferreres, jefe de la consultora homónima.El economista recordó, en...

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