Pablo Prigioni: 'Los Juegos Olímpicos me dan vueltas en la cabeza y mucho'

SAN ANTONIO.- Se mezcla entre la gente y podría ser un estadounidense más. Pero no lo es. Su acento cordobés lo delata. Se ríe y es natural. "En Los Ángeles, parezco un ventilador de pie porque la cabeza me va de un lado al otro con la cantidad de autos antiguos que hay. Me vuelven loco", dice, y suelta una carcajada. Es así, cercano. Habla con Héctor, uno de los asistentes de los Clippers, con sencillez. Nada de estridencias ni aires de estrella. Aquí eso no es tan natural. Le consultan si quiere que le acerquen algo para tomar y él responde con humildad: "Ahora le entro derecho al desayuno". Pablo Prigioni, a los 38 años, está donde no imaginaba, la NBA, y compite con los mejores. Pero también aquí se permite pensar en su lugar en el mundo. Con el Riverwalk ronroneando a su espalda, se concentra cuando aparece la selección argentina dentro de su horizonte, con los Juegos Olímpicos ahí nomás.

Se corta el aire en uno de los balcones del hotel Westin, Prigioni medita, se incorpora en el sillón y piensa cada palabra en la charla con LA NACION. Quiere ser claro en su mensaje y deja señales que hasta hace un par de meses eran muy diferentes. Es sincero, y cuando se trata de la Argentina no duda en reconocer que le resulta complejo cerrar un ciclo en el equipo que más disfruta estar.

-Hace un tiempo dijiste que la selección era un tema un poco lejano, sin embargo, cuando se advierte que muchos de la vieja camada pueden estar en Brasil parece haber algo más en el aire, ¿te da vueltas en la cabeza el tema de que puede ser el último baile de una parte de la Generación Dorada?

-Los Juegos Olímpicos me dan vueltas en la cabeza y mucho, porque no es un torneo cualquiera. Es una competencia que, quizá, de todas las que se disputan, puede ser la más relevante. Como tiene tanta importancia y la exigencia es tremenda, el romanticismo no cuenta, lo que vale es que el equipo sea lo más competitivo posible. Partiendo de eso, es cuestión de que la Argentina vaya con el mejor equipo posible. Será el entrenador el que tenga que decidir a quién quiere llevar y los más veteranos tendremos que ver si estamos en condiciones de jugar a ese nivel. Ver cuál es el concepto global. Hoy no puedo decir que no voy porque me pica el tema. Pero no importa lo que me pique a mí, si no lo que es mejor para el equipo. Hay que ver cómo llegamos al final los más viejos y ver si estamos en condiciones de darle al equipo cosas que lo hagan más competitivo.

-Pero está claro que hoy...

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