Oyarbide dijo que se jubila: 'Tengo 500 ofrecimientos más divertidos que esto'

Norberto Oyarbide dice que esta vez es en serio. Que se va. Ayer por la mañana, cuando terminó la indagatoria de Amado Boudou, reunió a sus empleados y se los anunció. Anteayer había empezado los trámites jubilatorios.

"Nadie me vino a apretar. Me voy porque quiero", dijo Oyarbide a LA NACION. Histriónico, abrió la puerta de su juzgado, le sonrió a Anita, su secretaria desde hace años, y dijo, con la frente en alto: "Tengo 500 ofrecimientos más divertidos que esto".

"Esto" es el juzgado federal 5, a su cargo desde 1994. Era el mediodía y Oyarbide venía del baño, a unos 20 metros por el pasillo, seguido por uno de sus custodios. Él es el único juez federal con semejante protección. Varias veces al día, lo acompañan hasta el baño, lo esperan en la puerta, y marchan junto a él, otra vez, hasta la antesala donde está Anita.

Renunciar es para Oyarbide un lujo. Varias veces se salvó de ser echado. El 11 de septiembre de 2001, cuando en Nueva York acababan de caer las Torres Gemelas, el PJ reunió los votos para un empate y lo absolvió. Oyarbide enfrentaba entonces un juicio político ante el Senado, señalado como cliente vip de Spartacus, un burdel gay, y acusado de proteger una red de prostíbulos.

Una década más tarde, el Consejo de la Magistratura acumulaba nuevas acusaciones contra él, que eludió gracias al apoyo del kirchnerismo.

Jubilarse no es sólo una decisión suya. El presidente debe aceptarle la renuncia. Y si hay un juez odiado por Mauricio Macri, ése es él.

Además de sus favores a los Kirchner (el más famoso: haberles cerrado en tiempo récord la última causa por enriquecimiento ilícito), Oyarbide fue quien procesó a Macri en la causa por las escuchas ilegales. El Presidente sostiene que el juez se la inventó.

No obstante, todo indica que el Presidente lo va a dejar ir jubilado. Rechazarle la renuncia para echarlo con un juicio político es una maniobra demasiado arriesgada. Las principales denuncias que Oyarbide tenía en el Consejo están cerradas o cumplieron ya el plazo máximo de tres años para ser investigadas.

El anuncio de Oyarbide no sorprendió al macrismo. En diálogo con LA NACION, un alto funcionario de este gobierno había dado por sentada su salida hace más de una semana. Dijo además que Oyarbide no iba a ser el único federal que renunciara.

Como los trámites jubilatorios llevan tiempo, la salida no será inmediata. En general, los papeles nunca están listos en menos de tres meses, advirtieron a LA NACION en la Justicia. Yéndose...

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