A oscuras y bajo la lluvia, llegó Harry Potter

"¡Dementor, dementor!" Una decena de jóvenes con mucha imaginación gritaba al cielo esperando que apareciera uno de los famosos personajes malignos de Harry Potter. Segundos antes se había cortado la luz en toda la manzana donde cientos de personas participaban anteayer de la vigilia por el lanzamiento del libro Harry Potter and the Cursed Child, el nuevo y esperado libro de la saga de J. K. Rowling.

La oscuridad dejó perplejos a niños, adolescentes, padres y curiosos que esperaban la llegada de la medianoche en las cuatro filas bien separadas -Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin, según los nombres de las "casas" entre las que se reparten los aprendices de Hogwarts- que comenzaban en la puerta de la librería de textos en inglés Kel, en Conde al 1900, pero que se extendían hasta la manzana de enfrente, cortando la calle.

El escenario donde se realizaba un concurso de cosplay quedó a oscuras. La joven que alentaba a la multitud con un micrófono pareció quedar muda y las luces de colores que decoraban la fachada del local habían desaparecido. Pero a pesar de los gritos de desaprobación y alguna que otra broma sobre las mieles del "segundo semestre", nadie se movió. El libro se iba a entregar igual, con luz o a oscuras.

Récord en preventas en todo el mundo, el nuevo libro de la saga ocurre 19 años después de los acontecimientos de la séptima entrega y cuenta la historia de Albus Severus, uno de los hijos del mago. El nuevo texto es la adaptación del guión de la...

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