Optimismo disidente por la crítica papal

SANTIAGO DE CUBA.- Si muchos se ilusionan con que la llegada de Benedicto XVI pueda inaugurar una suerte de "primavera cubana", las críticas al comunismo que el Santo Padre pronunció anteayer en el avión que lo llevó a México crearon gran entusiasmo en la disidencia cubana y sectores católicos, que esperan con optimismo su visita."El marxismo, tal como fue concebido, no responde ya a al realidad" y la Iglesia quiere "ayudar con un espíritu de diálogo para evitar traumas y contribuir a una sociedad justa", había dicho el Pontífice anteayer, antes de llegar a Guanajato, donde ayer descansó."Las palabras del Papa en el avión rumbo a México fueron muy claras y estamos muy contentos", dijo a LA NACION el padre José Conrado Rodríguez, párroco de la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús de esta ciudad, la primera capital de Cuba y la segunda ciudad del país, a donde mañana arribará Benedicto XVI.Apodado "el cardenal del pueblo" porque desde hace años se anima a levantar la voz para denunciar la represión, la corrupción y demás violaciones de los derechos humanos que sufren muchos en esta isla, el padre Conrado saltó a la fama en 1994 al animarse a escribir una carta abierta a Fidel Castro.En esa epístola, con un coraje inaudito, le decía claramente al "líder Máximo" -hoy enfermo y retirado del poder- que el sistema socialista había llevado al país al borde del abismo y le pedía un cambio de rumbo."Le dije a Fidel que si no hacía cambios, iba a quedar como el gobernante más desastroso del país", contó, al recordar que esa famosa epístola le significó tener que irse dos años al exilio en España."Ahora su hermano Raúl, a quien también le escribí una carta en 2009 diciéndole que hacía falta ser valiente para hacer cambios, lentamente está abriendo el sistema a la iniciativa privada, pero aún falta esencialmente que haya respeto por la persona... Por eso es importante lo que dijo el Papa volando rumbo a México", agregó, sin ocultar su satisfacción.Por su parte, en una conferencia de prensa en esta ciudad, el arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, que es también presidente de la Conferencia Episcopal Cubana, fue más diplomático. Para evitar cualquier tipo de roce con el gobierno -que invitó al Papa y con el cual la Iglesia católica local coordinó todos los preparativos de la misma- puso en contexto la condena del Papa al marxismo."La Santa Sede conoce los presupuestos ideológicos del gobierno cubano y el...

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