La ONU llamó a evitar 'una escalada' por las Malvinas

NUEVA YORK.- Sin sutilezas y con una retórica ácida, la Argentina y el Reino Unido agravaron ayer la escalada diplomática por el conflicto de las islas Malvinas en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, pese a un llamado explícito del secretario general del organismo, Ban Ki-moon, para que ambos países bajen el tono de la pelea.

En un comunicado de tres párrafos, Ban expresó su "preocupación por los crecientes fuertes intercambios" entre Londres y Buenos Aires, y su "esperanza" de que los dos gobiernos "evitarán una escalada en esta disputa y resolverán sus diferencias pacíficamente y a través del diálogo".

Timerman y el embajador británico ante el organismo, Mark Lyall Grant, hicieron oídos sordos a ese pedido, se olvidaron de la diplomacia y cruzaron incendiarias acusaciones, después de que el canciller argentino presentó aquí el reclamo formal del gobierno argentino por la militarización del Atlántico Sur.

"Desde las Malvinas pueden atacar hasta el sur de Brasil", sorprendió Timerman. Dijo tener información sobre la movilización de un submarino nuclear en la zona, y advirtió que los británicos cuentan con una capacidad ofensiva que alcanza a casi toda la Argentina, Uruguay y gran parte de Chile. Lo escuchaba medio centenar de periodistas, diplomáticos y representantes de países de América latina -Brasil, Chile, Perú y Guatemala, entre otros-, que miraban una presentación del canciller con mapas de las bases del Reino Unido en el Atlántico Sur, fotos satelitales de las pistas de aterrizaje en las Malvinas, e imágenes de un avión Typhoon, del HMS Dauntless, de misiles, y de un submarino, el Vanguard, con capacidad para transportar armas nucleares.

El Gobierno, continuó el canciller, cuenta con información -no dijo de dónde la obtuvo- de que ese navío ha sido enviado a las islas, violando el Tratado de Tlatelolco, que prohíbe la presencia de armas nucleares en la región. "No es la primera vez que han introducido armas nucleares", advirtió, y comparó el arsenal británico en Malvinas con el que Londres envió a Irak, Afganistán y Libia.

El viaje de Timerman llegó en medio de la escalada diplomática entre Buenos Aires y Londres, que despuntó por la acusación de "colonialista" que lanzó el gobierno de David Cameron al de Cristina Kirchner, la inminente llegada a las islas del destructor HMS Dauntless y la presencia allí del príncipe Guillermo, que participa de un entrenamiento como piloto de helicópteros.

Para el gobierno argentino...

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