Los ómnibus de larga distancia, ante el desafío de lograr sobrevivir

Aparecieron hace un siglo para plantarle pelea al tren, amo y señor del transporte en ese tiempo, y pronto comunicaron los más diversos pueblos del país, con un recorrido de 1000 millones de kilómetros al año. Pero hoy están heridos de muerte: son los ómnibus de larga distancia, que, con 4299 unidades en las rutas, temen que las aerolíneas lowcost les den un tiro de gracia para rematar un negocio que ya viene deteriorado por otros factores.Con solo mirar un gráfico de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), se puede comprobar la decadencia de este medio de transporte. En solo una década, entre 2006 y 2016, el número de pasajeros transportados por año pasó de 61.764.902 a 36.452.240. No solo eso, el coeficiente de ocupación de las unidades cayó de 53,01% en 2010 a 47,4% en 2016 (últimos datos conocidos ), mientras que en el mismo período los asientos bajaron de 42.999 a 35.859. No por casualidad, hace tres semanas se conoció que la empresa Flechabus, una de las más grandes, se presentó a concurso preventivo.Pero ¿cómo se llegó a esto? Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), dice que la culpa no es solo de las lowcost, sino que se trata de una suma de factores. "Nosotros no vamos en contra de las necesidades de los ciudadanos. Somos transportistas y entendemos que el país debe tener múltiples opciones de transporte; pero pretendemos que todos tengan las mismas condiciones", comenta.Gaona pide que, así como se trabajó por la revolución de los aviones, se trabaje por la revolución del transporte terrestre. "El ómnibus conecta 1600 destinos, mientras que el avión puede viajar a solo 40. El resto no es rentable para las lowcost, por eso el ómnibus es importante para las economías regionales", dice.En un contexto de suba de costos y de quita de subsidios (que eran de 7% del precio del boleto), las empresas subieron el precio del pasaje, lo que también influyó para que cayera el número de pasajeros. Para colmo, al mismo tiempo, los vuelos de cabotaje reciben un subsidio de casi 50% del valor del boleto (US$2 millones diarios). Asimismo, se estima que el total de subsidios que recibió el sector de ómnibus de larga distancia entre 2005 y 2016 (a valores de hoy) fue de $24.206.371 millones.Los principales costos de estas compañías son la mano de obra (que tuvo un ajuste de 30% este año) y el combustible (que ya lleva 85% de aumento en el año, pero que se estima que terminará 2018 con un incremento...

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