El oficialismo introduce cambios al Presupuesto 2022, pero no accede a actualizar Bienes Personales

Los diputados Carlos Heller, Marcelo Casaretto y Sergio Palazzo, esta tarde en la comisión de Presupuesto.

En un ambiente de tensión y expectativa, el bloque de diputados del Frente de Todos no tenía asegurados esta noche los votos suficientes para darle mañana media sanción al proyecto de ley de presupuesto 2022 . No obstante, el oficialismo impuso su mayoría en la Comisión de Presupuesto y avanzó con la aprobación del dictamen correspondiente, al cual incorporó medio centenar de artículos nuevos e incrementó el gasto en aproximadamente $180.000 millones.

Al finalizar la jornada, todos los espacios opositores - salvo el interbloque Provincias Unidas - anticiparon que no acompañarán en la votación en general el proyecto que envió el ministro de Economía Martín Guzmán el 15 de setiembre pasado. Algunas bancadas -entre ellas Juntos por el Cambio- darán quorum para habilitar el debate, pero a la hora de la verdad -el momento de la votación- las matemáticas no se anticipan favorables para el bloque que conduce Máximo Kirchner . Con 117 votos propios, necesita al menos una docena de aliados para asegurar la media sanción y blindar el proyecto a eventuales cambios. Sin embargo, anoche apenas si podían asegurarse cinco votos aliados, a lo sumo siete.

Así las cosas, el Frente de Todos reuniría entre 122 y 124 diputados frente a una oposición que, toda unida, juntaría 132 voluntades. Al cabo de una jornada frenética, en el oficialismo admitían su debilidad numérica ; sin embargo, por ahora la sesión sigue en pie. En una reunión a última hora en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa , los presidentes de bloque opositores insistieron en postergar el debate, que el oficialismo pretende finiquitar hoy luego de apenas tres días de discusión en la Comisión de Presupuesto.

Frente a tanta obstinación y apuro, son varios los opositores que sospechan que, en realidad, la estrategia que persigue el oficialismo -y más puntualmente de Máximo Kirchner- es forzar la sesión para que eventualmente el proyecto de presupuesto sea rechazado. Esto le daría el argumento para victimizarse frente a la "actitud" obstruccionista" de la oposición, al tiempo que le permitirá prorrogar el presupuesto hoy vigente y redireccionar partidas a su antojo . Eso es lo que quería evitar la Coalición Cívica cuando propuso que, en lugar del rechazo, Juntos por el Cambio enarbolara la bandera de la abstención.

"La verdad es que si se rechaza el presupuesto, le...