El oficialismo enfrenta un incierto panorama para enjuiciar a Freiler

"Miente, miente, que algo quedará." El camarista Eduardo Freiler eligió las palabras del ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels para aludir . El juez se defendió ayer ante el con argumentos técnicos y políticos y alertó: "Está muy en juego la independencia judicial".

Tras la defensa de Freiler, en la Magistratura se presenta un tablero de juego complejo. El oficialismo aún no tiene allanado el camino al juicio político, para el que necesita el voto de dos tercios del plenario. El consejero que representa a los académicos, Daniel Candis, que podría inclinar la balanza, criticó ayer en diálogo con LA NACIÓN las formas que viene teniendo el proceso. Y los representantes de los jueces en el organismo también podrían presentar reparos. Se espera una larga negociación.

A partir de ahora, el consejero a cargo de la instrucción de la denuncia, el diputado Pablo Tonelli (Pro), deberá elaborar un nuevo dictamen en el que, se espera, pedirá el juicio político. La resolución pasará así a la Comisión de Disciplina y Acusación, que volverá a evaluar la situación y podría pedir modificaciones o emitir nuevos dictámenes.

Recién entonces las resoluciones se elevarán al plenario de 13 miembros. Para prosperar, la moción del juicio político necesita el voto de dos tercios de los presentes en la reunión, es decir, nueve sobre el total. La mayor incógnita son Candis y la representante de los jueces Gabriela Vázquez. Si bien se descarta que los consejeros kirchneristas se opondrán, otros podrían ausentarse y cambiar la ecuación.

Cargos y defensa

Freiler, titular de la Sala I de la Cámara Federal, esquematizó ayer su defensa sobre la base de una serie de ejemplos de "errores" que -dijo- tiene la investigación. Sin embargo, respondió sólo por los planteos vinculados a sus viajes y a sus licencias laborales. De las dudas que deja su patrimonio no habló, y dijo que todas las consideraciones estaban en su descargo escrito.

Escoltado por su abogado, José María Olivares, y acompañado por sus hijos, el juez se mostró irónico y buscó generar la incomodidad de los consejeros. También llevó la discusión a un plano político. "El verdadero objetivo es atacar el contenido de mis sentencias", dijo, e hizo referencia a los casos Hotesur y Nisman. "Hay un disciplinamiento para que ningún juez levante voces altisonantes que no convengan al gobierno de turno", agregó.

Uno de los puntos que se le cuestionan a Freiler es que habría dado motivos falsos para obtener licencias con...

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