Ocho apellidos vascos, un amor que une a España

Nadie lo esperaba, miente quien dice que lo había imaginado. Una comedia costumbrista sobre las diferencias regionales, sin ninguna estrella fulgurante, con apenas algún actor medianamente conocido (Karra Elejalde, habitual en los elencos de Julio Medem), se acaba de convertir en la película más taquillera de la historia del cine español. Con sus 7 millones y medio de espectadores (una cifra realmente impresionante que, por ejemplo, supera con amplitud los 3.400.000 que consiguió la más exitosa de la historia del cine argentino, Nazareno Cruz y el lobo, de Leonardo Favio), Ocho apellidos vascos ha sacudido España: su performance se acerca a la de los films más exitosos de la historia en ese país –Titanic, con 11,2 millones de espectadores, y Avatar, con 9 millones, pero líder en materia de recaudación gracias al elevado costo de las entradas para ver cine en 3D– y ha opacado incluso el rendimiento comercial de competidores de enorme poderío, tanques de Hollywood como El sorprendente Hombre Araña 2 y Capitán América 2, que se estrenaron en la misma época.Lleva recaudados 44 millones de euros y está claro que todavía le queda resto. Falta, además, que la película pruebe su poder de fuego en el exterior, aunque es probable que le sea difícil superar en ese terreno a Los otros (2001), el film de Alejandro Amenábar que, con Nicole Kidman como protagonista, acumuló por venta de entradas en todo el mundo 209,9 millones de euros. De hecho, ya han llegado ofertas de Hollywood para comprar los derechos y filmar una adaptación. "Es una película llena de referencias locales, es difícil que el interés se pueda extender más allá de España, salvo en territorios hispanohablantes", señaló hace unos días The Hollywood Reporter.El director de este gran suceso es Emilio Martínez Lázaro, un cineasta de 69 años cuyo film Las palabras de Max ganó el Oso de Oro en Berlín en 1978. Producida por Tele 5 y escrita por Borja Cobeaga y Diego San José (viejos artífices del gran éxito de la televisión vasca ¡Vaya semanita!), la película narra una rocambolesca historia de amor entre un andaluz engominado –metonimia útil para una consensuada, pintoresca y amable idea de España– y una vasca de armas tomar –la imagen de...