Nutrición: controversia por la inclusión de ciertos alimentos en la lista de Precios Cuidados

El anuncio de que empezará a regir una nueva lista de Precios Cuidados fue bien recibido por distintos sectores de la sociedad. Después de todo, su objetivo es "anclar" el valor de ciertos productos de amplio consumo para que actúen como referencia para el resto de las marcas y ayuden a detener una inflación que conspira contra cualquier esfuerzo para recuperar la economía.Hasta aquí, no parece haber mucho que discutir. Pero a poco de conocerse los ítems que la integran surgió una acalorada controversia sobre el apartado que tiene que ver con los alimentos: ¿es deseable que entre los productos cuyo precio se 'cuidará' para que sean más accesibles figuren, entre otros, bebidas azucaradas y alcohol, cuyo consumo tanto la Organización Mundial de la Salud como la OPS (su representación en el continente americano) e incluso gravar con impuestos especiales?El ministro de Producción y responsable del plan, Matías Kulfas, justificó la inclusión de diversas variedades de cerveza y vino, y también de bebidas azucaradas, diciendo que "la canasta refleja un promedio de lo que se consume en los hogares argentinos" y que el catálogo no se diseñó pensando en "penalizar, sino en cuidar los precios [...], en que los hogares accedan a alimentos, bebidas y productos de perfumería a precios razonables".En lo medios y las redes sociales, muchos respaldaron esta visión y coincidieron en que "se eligió lo que más pesa en la canasta que releva el índice de precios al consumidor del Indec para que la inflación reportada sea baja", que se trata de una medida económica y no de salud pública, que "no es un plan alimentario, sino para el control de la inflación", y que se incluyeron pocas frutas y verduras porque, por ser productos naturales y sujetos a variaciones estacionales, es más difícil llegar a un acuerdo de precios.Pero si bien todo esto es atendible, entre médicos, epidemiólogos y nutricionistas quedó flotando la idea de que, más allá de las dificultades, es una oportunidad perdida para promover opciones más sanas."Creo que hay una desconexión entre el Ministerio de Economía y el de Salud -afirma Pablo Richly, director del Centro de Salud Cerebral, que hizo conocer su punto de vista en Twitter-. Hay evidencia de que estrategias para desalentar el consumo de productos no saludables (por ejemplo, impuestos, y restricción de la publicidad o de venta en ciertos ámbitos) tienen un impacto favorable".El quid de la cuestión es que quienes intentan encontrar la...

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