Los nuevos románticos

"Algunos dicen que a través de sus libros John les da voz a los adolescentes. Modestamente, no estoy de acuerdo. Creo que John escucha las voces de los adolescentes. Él reconoce la inteligencia y la vulnerabilidad que surgen en esos hermosos años en los que, por primera vez, descubrimos el mundo y a nosotros mismos más allá de nuestra historia familiar." La opinión de la actriz Shailene Woodley sobre el escritor John Green suena mucho a explicación. Sucede que el autor de Bajo la misma estrella, la novela que, adaptada al cine, convirtió a Woodley en una actriz capaz de encabezar una película que recaudó más de 300 millones de dólares en todo el mundo, es un fenómeno. De ventas de libros para jóvenes adultos, de crítica y de las redes sociales. Y, desde que se estrenó el año pasado Bajo la misma estrella, Green también pisa fuerte en el cine. Hoy se estrena Ciudades de papel, la segunda de sus novelas sobre adolescentes hiperverborrágicos y superelocuentes. Una tercera adaptación, Buscando a Alaska, ya está en marcha.

El éxito, que incluye 2,3 millones de seguidores en Twitter, más de dos millones de suscriptores a sus canales de YouTube y una reedición de su novela más vendida, Bajo la misma estrella, de más de 10 millones de ejemplares, desconcertó al competitivo género conocido como YA (Young Adult, "jóvenes adultos") y, por extensión, a toda la industria editorial, que debió empezar a buscar las respuestas detrás de tanto interés. Y así, al tiempo que el mundo entero gastaba cajas y cajas de pañuelos de papel viendo y releyendo la historia de amor entre dos adolescentes enfermos de cáncer, la prestigiosa revista The New Yorker realizó un extenso reportaje con Green que le aportó inesperada legitimidad y aceptación entre sus pares escritores y un título que lo perseguirá por siempre: The Teen Whisperer. La expresión hace referencia en inglés a quien tiene un entendimiento casi sobrenatural e instintivo sobre su sujeto de estudio. Que en el caso de Green son sus protagonistas: "Muchachos adolescentes dulcemente intelectuales fascinados con chicas complicadas y carismáticas", según la nota de la revista. Una descripción que le queda perfecta a Quentin Jacobsen, el protagonista de Ciudades de papel y más aún a Margo Roth Spiegelman, la vecinita de enfrente que lo tiene loco de amor.

Una contradicción, como todo adolescente que haya pisado la faz de la Tierra, Quentin es extremadamente inteligente y racional, pero cuando se trata de explicar...

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