Los nuevos datos sobre la muerte de Nisman alimentan la teoría del encubrimiento

Nuevos indicios que descubrieron los expertos que realizan un peritaje sobre la muerte de Alberto Nisman alimentaron en el entorno familiar del fallecido fiscal las sospechas del encubrimiento.

Tales presunciones se basan en los recientes hallazgos de la junta interdisciplinaria de expertos de la Gendarmería Nacional y los propuestos por la familia de Nisman y el informático Diego Lagomarsino. Su trabajo culminará a mediados o fines de septiembre. Esos expertos deberán establecer si Nisman se suicidó, lo indujeron a hacerlo o lo mataron.

Las dos principales hallazgos de los peritos son rastros de ketamina en el organismo de Nisman y un nuevo establecimiento de la hora de la muerte, varias antes de la que se sospechaba.

El fiscal Eduardo Taiano, que tiene delegada la causa por indicación del juez federal Julián Ercolini, recibió un informe preliminar del estudio toxicológico que señala que había rastros de ketamina en el cuerpo del fiscal, pero no se informó la cantidad ni el modo en que esa sustancia llegó al organismo.

Los expertos de las hijas de Nisman en el expediente pedirán determinar estas dos variables.

La ketamina es una droga que es usada como anestésico en animales y antes se usaba en personas. Pero como tiene efectos alucinógenos se limitó a un uso veterinario. No obstante, circula en el mercado ilegal como droga recreativa.

Nisman también tenía en su organismo clonazepam.

Los que sostienen la teoría del suicidio enfatizan que Nisman pudo haber usado la droga con fines recreativos. Los que hablan de un homicidio, en cambio, creen que se le pudo suministrar la droga para controlarlo y permitir que no se resistiera a su muerte. Ésta es la idea que impera en el entorno de la familia de Nisman. Allí se preguntan por qué la ketamina apareció ahora y no antes. La respuesta que dan es porque hubo encubrimiento. No se la buscó o se ocultó.

El otro dato revelador es el que sitúa la hora de la muerte de Nisman mucho antes de lo que se sospechaba. El cadáver de Nisman apareció poco antes de las 21 del domingo 18 de enero en las Torres Le Parc.

Los primeros estudios y la autopsia determinaron que la hora de la muerte de Nisman se ubica entre las 8 de la mañana y el mediodía. Pero los peritos de parte de la familia dicen que la muerte pudo haber ocurrido antes, a las 17 del sábado.

Ahora, un nuevo estudio efectuado por la junta interdisciplinaria estableció que la muerte pudo haber ocurrido a las 3 de la madrugada del domingo 18 de enero.

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