El 'nuevo periodismo' en la era k

Entre la propaganda política que propicia el Gobierno y la prensa de investigación y denuncia que se viene ejerciendo desde los años 90, pretende emerger una nueva generación de periodistas, hija de este clima de época, que dice no responder ni a una corriente ni a la otra. Se trata de profesionales de entre 25 y 40 años que aceptan, por lo bajo, que lo de 6,7,8 no es periodismo, pero a la vez critican lo que Horacio González definiría como denuncismo o los más politizados gustan denominar carrioísmo o lanatismo , por Elisa Carrió o Jorge Lanata. Ellos se refieren a un tipo de periodismo que hace mucho hincapié en "escándalos de corrupción" como el de la bolsa con dinero que se encontró en el despacho de la ex ministra de Economía Felisa Miceli o el presunto vínculo entre el vicepresidente Amado Boudou y Ciccone Calcográfica, pero que no analiza el contexto político en el que se producen.

Para estos "nuevos" profesionales -que se encuentran en las redacciones de casi todos los medios, sean éstos oficiales, paraoficiales o también los reconocidos como críticos- hacer periodismo sólo sobre casos de corrupción es algo "frívolo", una decisión editorial que busca "impacto" o "sensacionalismo" y que ya no tiene tanto efecto como el que tuvo durante el menemismo. Es más: de alguna manera, sienten que los colegas que nos dedicamos a eso pertenecemos a una corriente que tuvo su "pico de gloria" antes de la bisagra del "que se vayan todos" y que ahora vivimos de las sobras de aquellos años dorados.

Si se consigue conversar en profundidad con alguno de estos "nuevos periodistas", lo primero que establecerán es una diferencia muy marcada entre los casos de corrupción que ocurrieron bajo los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde y los que acontecieron o acontecen bajo la gestión de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. ¿Cuál sería la diferencia, según ellos? Que la corrupción de Menem y los otros era "estructural" o, en las palabras de Horacio Verbitsky, "inherente al modelo", y que los presuntos delitos económicos cometidos durante la era k son hechos "aislados", protagonizados por "algunos pícaros" pero no bendecidos por los fundadores "del modelo".

No sé -y lo escribo sin sarcasmo- dónde se paran ante las declaraciones de José Pablo Feimann sobre la incomodidad de defender a una pareja de presidentes que se hicieron ricos mientras dicen defender un modelo nacional y popular. Tampoco termino de entender por qué es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR