Nuevo clima: la Corte evita conflictos y busca consensos

En la se respira un nuevo clima. Al menos hacia afuera y hasta octubre, cuando se defina el resultado de la elección presidencial. Las diferencias internas entre los jueces continúan y no lo ocultan, pero al mismo tiempo hay un esfuerzo entre los magistrados por buscar consensos, evitar conflictos y mostrar hacia la sociedad un tribunal que no se aparta de su rol institucional.Esta cohesión hacia afuera se hizo evidente en las últimas sentencias de alto impacto público que dictó la Corte. En el caso Barrick, elaboró un voto en el que consideró algunas cuestiones del voto de la mayoría que habían trabajado y El fallo terminó diciendo que no había agravio como para que la Corte se pronunciara, pero en los fundamentos los jueces destacaron la vigencia de la ley de glaciares. En el caso de Carla Sosa, en el que se decidió por unanimidad que deben incorporarse al sueldo del personal del Ejército en actividad y de fuerzas de seguridad sumas que se les abonaban como no remunerativas y no bonificables, lo que impacta en el cálculo jubilatorio, primó la misma idea de consenso. Y el último ejemplo fue la acordada en la que reglamentaron de manera restrictiva la facultad de los jueces para disponer escuchas telefónicas, un texto que contó con la firma de todo el máximo tribunal.En la Corte se repite como un mantra: "Para un cortesano no hay nada mejor que otro cortesano". Máxime cuando los tiros vienen de todos lados. Por un lado, Eugenio Zaffaroni, que no dejó un buen recuerdo entre sus colegas de la Corte, propuso acabar con el Poder Judicial y reemplazarlo por órganos elegidos por el pueblo; por el otro, un sector del Gobierno deslizó que pretende ampliar el número de jueces. Ante estas dos expresiones, contraatacó primero Rosenkrantz, como presidente de la Corte. "Estas ideas sin duda son inconstitucionales y antirrepublicanas. Pero también son profundamente irrazonables", se despachó en el Congreso de la Federación Argentina de la Magistratura. En el mismo escenario, 24 horas más tarde, Rosatti reclamó en alta voz: "Terminemos con las polémicas: el Poder Judicial debe su existencia y su vigencia a la Constitución Nacional, y afortunadamente no depende ni de la voluntad ni de opiniones coyunturales. Pedimos que el político respete las decisiones judiciales, aunque no las comparta". El mismo día, Lorenzetti expresó que la independencia de los jueces era una política de Estado de la Corte Suprema y de todo el Poder Judicial. Según manifestó...

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