Un nuevo ataque a los ahorristas
El Gobierno acaba de asestarle un nuevo golpe al mercado financiero, pero esta vez, fueron los ahorristas los que sufrieron en carne propia el zarpazo.
Pocos días antes, la Comisión Nacional de Valores (CNV) había dispuesto que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) debían aplicar una porción de su patrimonio neto al financiamiento de proyectos productivos. Simultáneamente, el Congreso, a instancias del Poder Ejecutivo Nacional, sancionó con especial apuro una ley para restringir la venta de acciones de empresas privadas que se encuentren en manos del Estado. Pero, ahora, el intervencionismo gubernamental fue más allá, al sancionar una norma emitida por la CNV mediante la cual se fuerza a los FCI a valuar sus tenencias de activos denominados o emitidos en moneda extranjera al tipo de cambio oficial y ya no al valor de mercado al cual se operan en el nivel local. Como resultado de este abrupto cambio en las reglas de juego, los FCI que mantengan en cartera estos activos deberán imputar una pérdida que resulta de la diferencia entre el precio de mercado de esos activos y la valuación realizada al inaccesible valor del tipo de cambio oficial.
Las autoridades aseguraron que la norma fue adoptada para "proteger" a los ahorristas, aunque cualquier persona mínimamente perspicaz notaría que el objetivo de la medida ha sido el de inducir a una baja en la cotización del dólar contado con liquidación, que es el resultado de computar cuántos pesos hacen falta para comprar bonos en dólares. Esa pérdida no será afrontada ni por los administradores de los fondos, ni por los bancos, ni por los fondos buitre. Quienes pagarán el costo serán los ahorristas que depositaron sus fondos en un activo que se consideraba seguro.
Los activos administrados por los FCI han crecido sostenidamente en los últimos años hasta alcanzar un tamaño de unos 170.000 millones de pesos. Su crecimiento debe atribuirse a que han provisto de una alternativa con un rendimiento adecuado a los ahorristas, a la vez que ofrecían a sus clientes una liquidez superior a la de los depósitos a plazo fijo. Lentamente este vehículo de ahorro fue ganando prestigio y credibilidad, atributos que lleva años construir pero que pueden ser destruidos en unas pocas horas. Eso es lo que ha logrado la CNV con su accionar esta semana.
Con bonos que cotizaban antes de su resolución a unos 1400 pesos por cada 100 dólares, las administradoras de fondos salieron a desprenderse de sus activos antes de que éstos...
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