No olvidemos a Ucrania

Niños ucranianos en un centro para refugiados en Nadarzyn, Polonia.

El 9 de mayo Rusia conmemoró el "Día de la Victoria" con un desfile militar anual y otras celebraciones. Ese día, Moscú evoca la rendición de la Alemania nazi en 1945, pero tras la invasión a Ucrania fue una jornada particularmente simbólica en la cual las autoridades rusas continuaron con su narrativa tras su agresión ilegal contra Ucrania.

A más de dos meses del inicio de la invasión rusa, no debemos olvidarnos de Ucrania ni de los millones de víctimas civiles que pagan con sus vidas el precio de las ambiciones geopolíticas de los Estados . Más de cinco millones de desplazados fuera de las fronteras del país; otros tantos empujados a abandonar sus hogares y huir dentro del territorio ucraniano para salvarse del asedio y la violencia sistemática y un sinnúmero de heridos y muertos, hombres, mujeres, niños y niñas, en medio del fuego y sin haber tomado parte en la disputa. Todos estos son claros signos de los crímenes de guerra y contra la humanidad que se están cometiendo desde la invasión del 24 de febrero y que demandan ser investigados y, eventualmente, juzgados por los tribunales internacionales o a través de la jurisdicción universal.

Las imágenes de mujeres dando a luz refugiadas de los bombardeos; otras huyendo de las bombas con niños y niñas en brazos; madres desconsoladas; hijos e hijas que acaban de quedarse huérfanos retratan el aspecto más salvaje del conflicto y el padecimiento de los más vulnerables. Son escenas que ya hemos visto en el pasado y seguimos viendo a diario en otros conflictos armados, desde Siria hasta Yemen, pasando por Afganistán y mucho más allá. Incluso dentro de Ucrania y previo a la guerra, Amnistía Internacional (AI) ya había documentado en 2020 que la militarización de las regiones orientales del país, afectadas por la escalada desde 2014, había provocado el aumento de la violencia de género y reducido el acceso a servicios esenciales. Ahora es una constante que se extiende a todo el territorio.

El 11 de marzo último, las autoridades rusas bloquearon el sitio web de AI en lengua rusa. Menos de un mes después, el Ministerio de Justicia de ese país eliminó nuestra oficina en Moscú del registro de representaciones de organizaciones internacionales y ONG extranjeras. También hizo lo propio con las sedes locales de Human Rights Watch, el Fondo para la Paz Internacional, la Fundación Friedrich Naumann por la Libertad, la Fundación Friedrich...

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