El no de Cristina Kirchner, el único cisne negro de Macri

imaginó el día improbable en que sería gobernadora de Buenos Aires con como presidenta. Suficiente. Punto final para el debate sobre el desdoblamiento o no de las provinciales con las nacionales, que había promovido el peronismo -a favor y en contra- más que el oficialismo.El macrismo debe admitir, de todos modos, que hace solo un año no hubiera existido ni siquiera un esbozo de discusión sobre el tema. Lo que sucedió en los últimos meses fue una caída de la imagen del Presidente, un crecimiento de Cristina Kirchner y una recesión que aún perdura. Pero ¿ha mejorado tanto la expresidenta? ¿Está en condiciones de ganar las elecciones presidenciales de la próxima primavera?Al revés del Gobierno, que se equivoca más de lo que acierta en el manejo de la comunicación, el cristinismo conserva intactos los reflejos para crear en el imaginario social escenarios que no existen.No hay ninguna encuesta seria que coloque a Cristina en el lugar de ganadora de las elecciones presidenciales, ni en la primera vuelta ni mucho menos en el eventual ballottage. Pero es, al mismo tiempo, la expresión opositora que más votos convoca; quien la sigue, Sergio Massa, está quince puntos por debajo de ella. Por eso, Cristina Kirchner es un factor imprescindible en la estrategia electoral de Mauricio Macri.Cualquier otro candidato del peronismo, sin los achaques políticos de la exmandataria, podría convertirse en un rival con posibilidades de ganarle al Presidente. Ese candidato no está todavía. De hecho, no hay después de Cristina ningún político opositor en condiciones de desequilibrar las elecciones. Ni ni ni podrían modificar el paisaje electoral con solo decir presente. Pero serían competidores mucho más peligrosos para Macri si Cristina no estuviera. Mientras sobrevivan Macri y Cristina, el escenario que predominará será el de la extrema polarización entre ellos dos.Un ejemplo. La inexplicable novedad de la política argentina no es que Cristina esté rondando el 30 por ciento de los votos. Lo verdaderamente increíble es que Macri ganaría el ballottage frente a ella con un porcentaje que oscila entre el 52 y el 54 por ciento de los votos. Es decir, la expresidenta sacaría en la eventual segunda vuelta entre el 46 y el 48 por ciento. Es un porcentaje enorme. Pero cualquier otro peronista podría hacer una elección mejor. El verdadero cisne negro de Macri, ese fenómeno impredecible que de suceder puede cambiar todo lo preexistente, sería una renuncia de Cristina...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR