Una niña de cuatro años murió al ser baleada por delincuentes en Laferrère

Una niña de cuatro años fue asesinada de un disparo en el tórax, en La Matanza, por dos hombres a quienes el tío de la pequeña perseguía en su auto luego de que los descubriera en una supuesta actitud delictiva. "Hacé sonar la sirena", le dijo el hombre a su mujer cuando decidió, "por curiosidad", ir en búsqueda de los jóvenes a los que había visto subir en un rodado de manera sospechosa. Los hombres dispararon contra el auto y la pequeña, que iba en el vehículo, murió frente a su familia.

El mortal episodio ocurrió en la madrugada de anteayer. Minutos antes de ser asesinada, la niña, Briana López, estaba comiendo con su familia en una pizzería frente a una plaza de la ciudad de Gregorio de Laferrère, en el partido de La Matanza. A la 1, sus tíos y madre decidieron regresar a su casa a bordo de un Renault 9, el auto que usaba el tío de la pequeña, Nelson Candy, de 27 años, para trabajar como remisero.

"El tío de Briana vio que dos jóvenes se subieron a la carrera a un Peugeot 206 y pensó que se trataba de ladrones que se llevaban el auto. Como no tenía bocina, ya que su vehículo está en muy malas condiciones, puso en funcionamiento una sirena que le había regalado un bombero amigo para amedrentar a delincuentes y comenzó a perseguir a los sospechosos", manifestó a LA NACION el jefe departamental de La Matanza, Daniel Sobrero.

En su declaración ante el fiscal Carlos Arribas, a cargo de la investigación, Candy dijo que tomó la decisión de seguirlos "por curiosidad, para saber adónde iban", indicaron fuentes judiciales a este diario. Y así lo hizo. El hombre le pidió a su mujer, que iba en el asiento del acompañante, que hiciera sonar la sirena. Atrás, viajaban su hermana y Briana.

El conductor del Renault 9 persiguió de cerca al 206 durante unos 300 metros, lo que provocó que los ocupantes de ese rodado se alertaran sobre la situación y aceleraran hasta perder de vista al vehículo.

Cuando el tío de la niña pensó que ya no había rastros de los sospechosos, tomó el camino para llegar a la vivienda de la familia, cercana a la zona. Pero, en la esquina de Martín García Merou y Voissin, y a unas siete cuadras de la Plaza de los Enamorados, como se la conoce en el barrio, volvió a toparse con el Peugeot 206, aunque esta vez de frente. "Nuevamente, el hombre hizo sonar la sirena", prosiguió en el relato el comisario Sobrero.

Los vehículos se pusieron a la par y uno de los hombres del Peugeot abrió fuego en dos oportunidades contra el rodado...

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